Reservas con la AB60 de California

En su forma original, la AB60 hubiera eliminado la discriminación contra la comunidad indocumentada en la emisión de licencias.

En su forma original, la AB60 hubiera eliminado la discriminación contra la comunidad indocumentada en la emisión de licencias. Crédito: Archivo / La Opinion

California

El español tiene una palabra, “gatopardismo”, el cual, por razones históricas y literarias, significa “el arte de cambiar todo, para que nada se cambie”. La expresión tiene su aplicación a procesos políticos que lucen como reformas, pero que, en la realidad, conservan las estructuras de poder e injusticia.

Tal es el caso del proyecto de ley AB60, la “Ley de Chóferes Seguros y Responsables”, enmendado por su autor, el asambleísta Luis Alejo, el día 6 de septiembre, minutos antes del límite legal para cambiarse, antes de pasarla al pleno del Senado estatal de California para su aprobación.

En su forma original, esta legislación hubiera eliminado la discriminación contra la comunidad indocumentada en la emisión de licencias, discriminación que se lleva a cabo mediante patrullas de saturación y retenes, quitando los carros de la gente, citándoles por manejar sin licencia y, en algunos casos, deteniendo y entregándoles al servicio de inmigración para su deportación. Se hubiera puesto fin a esa discriminación que se experimenta a diario, cada vez que sea necesario presentar una identificación.

Nuestra comunidad respondió con entusiasmo ante la propuesta reforma. En la ciudad de Pomona, el Perigrinaje Anual César Chávez incorporó la reivindicación de las licencias como uno de sus temas principales. Se colectaron más de 10 mil firmas en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino a favor del proyecto de ley. Decenas de personas viajaron hasta Sacramento para apoyarlo. Las iglesias de las distintas denominaciones abrieron sus puertas a los dirigentes de la campaña para informar a sus feligreses acerca de esta promesa de cambio e incluyeron el tema en sus homilías.

El proyecto de ley había avanzado exitosamente por los comités de transporte y de asignaciones presupuestarias en ambas cámaras legislativas estatales y el pleno de la Asamblea lo aprobó con una votación de 55 a 20. Sin embargo, al último minuto, el mismo asambleísta Alejo introdujo disposiciones por las cuales las licencias expedidas bajo esta ley, “incluirán una característica reconocible en su anverso y llevarán el siguiente aviso: ‘Esta tarjeta no es aceptable para propósitos federales; es aceptable únicamente para el privilegio de manejar. No establece el derecho al empleo, a registrarse para votar o para recibir beneficios públicos'”. Además, la enmienda dispone que el Departamento de Vehículos “podrá” expedir estas licencias. Al usar el verbo “podrá” en lugar de “deberá”, se abre la posibilidad de que ese departamento pudiera optar por nunca conceder licencias a los indocumentados.

Ahora, la ley está a la espera de su aprobación final por el pleno del Senado y la firma del gobernador. Seguramente habrá una buena dosis de fanfarria sobre esta reforma. Pero dadas las cínicas maniobras que tergiversaron su naturaleza original, el cambio en la vida diaria de nuestros pueblos será mucho menos de lo prometido.

Madeline Newman Ríos es co-coordinadora de la campaña AB60 del InlandEmpire

En esta nota

AB60 California licencias

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain