Respeta acuerdo Argentina-Chevron

QUITO/AP — El presidente Rafael Correa aseguró que las relaciones entre Ecuador y Argentina se encuentran en su mejor momento y dijo respetar la soberanía de esa nación en el manejo de sus recursos naturales.

El mandatario hizo las declaraciones en alusión al reciente convenio que suscribió el gobierno de Cristina Fernández para la explotación de una reserva hidrocarburífera con la transnacional estadounidense Chevron Corp., compañía con la cual mantienen una disputa por contaminación ambiental y a la cual acusa de emprender una estrategia internacional para desprestigiar al país y al sistema de justicia ecuatoriano.

“Jamás puedo ser tan grosero para intervenir en la decisión soberana argentina de contratar la explotación de sus recursos naturales con quien a bien tuviere”, afirmó en su programa sabatino de radio y televisión “Diálogo con el presidente”. Agregó que “nunca han estado mejor las relaciones bilaterales Argentina-Ecuador”.

El gobernante descartó así que la firma del convenio ocasionara fisuras con su homóloga argentina, aunque ratificó sus denuncias en contra de la transnacional.

“Podrán comprar sus tribunales arbitrales… pero no podrán tapar la verdad: ahí está la devastación que Chevron hizo en la Amazonía”, insistió.

Correa presentó la semana pasada la campaña “la mano sucia de Chevron”, al sumergir su mano en un pantano supuestamente abandonado por la transnacional en 1986 y sacarla manchada de crudo.

Añadió que probablemente se trate del desastre ambiental “más grande de la historia” que se pretende “dejarlo en la impunidad y probablemente lo logren (porque) tienen poder para hacerlo”.

Reiteró que el Estado ecuatoriano “no reconoce la competencia” del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, ante el cual la petrolera presentó una demanda y descartó que su último laudo la exima de asumir sus responsabilidades.

Ese tribunal determinó en un fallo emitido el miércoles que Texaco-Chevron queda “exonerada y liberada” e impide “cualquier reclamación difusa”, aunque dejó abierta la posibilidad de “cualquier reclamación medioambiental hecha por una persona por daños personales”.

Texaco, adquirida por Chevron en 2001, operó en la Amazonia ecuatoriana entre 1972 y 1992 y enfrentó un juicio por contaminación ambiental emprendido por indígenas amazónicos.

En 2012, un tribunal local sentenció a la multinacional al pago de $19,000 millones, fallo que la empresa se niega a pagar aduciendo que el proceso legal en Ecuador estuvo viciado de irregularidades y actos de corrupción. También asegura que el daño ambiental se mitigó tras su operación, por lo que entre 1995 y 1998 la compañía suscribió un acuerdo de liberación de responsabilidades.