Mariano Rivera deja página gloriosa en los Yankees (fotos)
El cerrador panameño recibió un gran homenaje de despedida en el estadio de El Bronx
Nueva York – ‘Mo’ Rivera lució emocionado en el Yankee Stadium, donde su imagen de uno de los jugadores más queridos de todos los tiempos se acrecentó. Anteriormente en otros parques, el cerrador panameño también fue testigo de grandes reconocimientos por su despedida del béisbol de las Grandes Ligas.
Durante una emotiva ceremonia este domingo, momentos antes del último juego contra los Gigantes de San Francisco en El Bronx, y flanqueado por su esposa, Clara y sus tres hijos, así como por la viuda de Jackie Robinson y su hija Shanon, el mejor relevista y cerrador del béisbol de todos los tiempos, con 652 encuentros salvados a cuesta, fue ovacionado por miles de asistentes al grandioso acto. Aquí, entre lágrimas, abrazos y regocijo, su imagen de guerrero del montículo quedó plasmada para siempre.
En El Bronx, barriada populosa de Nueva York, Rivera deja páginas gloriosas. Su característica de tirar el famoso lanzamiento denominado ‘cutter’- o recta cortante- se hizo popular al convertirse en la llave de muchos de sus logros. El mismo Mariano lo considera como su arma de ataque contra los bateadores más temibles de las Grandes Ligas.
Pero la vida de ‘Mo’ Rivera ha transcurrido entre el mar, el béisbol y la iglesia, de lo que no se debe prescindir al destacar sus logros personales. Esto está ligado en cada paso de su existencia.
El lanzador derecho istmeño siempre recuerda su juventud en su nativo Puerto Caimito, de Panamá, como el primero de sus escalonados pasos recorridos por el mundo.
“Yo, de muchacho me tiraba al mar a pescar. Eso lo hacía en Puerto Caimito. Desde muy joven era mi trabajo de entonces. Tanto me gustaba, pero no significaba que quería que fuese mi modo de vida para siempre. Lo hacía sólo para conseguir unos reales (dinero) en el momento”, nos comentó el lanzador.
Sin embargo Mariano descubrió que su destino estaba más allá del mar, por lo que comenzó a practicar el béisbol donde probó varias posiciones, especialmente el campo corto y receptor.
“Cuando comencé a jugar béisbol, tuve la bendición de ser firmado por los Yankees, por casualidad. El señor, a quien enviaron para observarme en Panamá, le gustó mi trabajo y desde entonces me hicieron miembro del club de Nueva York“.
Rivera comenzó como abridor de los Yankees. Luego lo enviaron al bullpen y tuvo su primer juego salvado, sin todavía ser el principal cerrdor del conjunto.
Pero al dar la talla en 1997 comenzó como cerrador oficial. El domingo, su uniforme número 42, el único que se conservaba en las Grandes Ligas, debido a que los otros anteriores fueron retirados poco a poco en honor a Jackie Robinson, quien rompió la barrera del color en las mayores con los Dodgers de Brooklyn, quedó definitivamente fuera del béisbol.
Rivera, ahora con 43 años, siguió instituyéndose como uno de los mejores taponeros, tras salvar 50 ó más juegos entre 2001-2003.
“Yo me siento agradecido de Dios, porque de él es que ha venido toda mi fuerza. Sólo hago el trabajo; lo demás es obra de él. A mi Señor se lo debo todo”, repitió con firmeza.
“Ahora bien, creo que lo que he conseguido a través de mi carrera no ha sido para mí provecho, sino que para beneficio de todos, apuntó. “Lo hago con el fin de ayudar a mi equipo. Lo demás es historia: hemos conseguido el triunfo para beneplácito del conjunto”.
Tras 19 años en las Grandes Ligas, donde ha sido seleccionado para 13 juegos de Estrellas, Rivera recuerda haber sido parte activa con los Yankees en los triunfos de cinco Series Mundiales, siendo el Más Valioso de este clásico en 1999.
“Repito, que todos los méritos y atributos hay que dárselo a Dios. Sigo hablando de mi Señor, porque lo que he logrado se lo tengo que agradecer a él. Lo tengo que hacer, porque no me queda remedio; es él -Dios- quien lo ha hecho por mí”, recalcó.
“Esto lo digo porque creo que mi talento no era suficiente para llegar donde he llegado, sin la ayuda de Dios. A él se le debo el triunfo y siempre tengo que hablarlo, porque, repito, es él que lo ha hecho todo por mi”.
“Dios toma mi labor y la remonta como algo sumamente impresionante. Y eso sólo puede ser obra de él. Por eso le atribuyo todos los triunfos en los campeonatos, Juegos de Estrellas, los ‘MVP’. Todo eso no lo hace el hombre por sí sólo, necesita su ayuda.
Mariano definitivamente se retira tras 19 temporadas jugadas, todas con los Yankees, significando lealtad a la organización tras tantas hazañas.
“Mi retiro del béisbol tengo que disfrutarlo al lado de mi familia. Contento de haber sido lo que soy y haber realizado mi deber, Gracias a Dios, lo repito ahora y siempre. Una vez que termine este campeonato se acabó mi trabajo en el terreno de juego”.
Mariano dijo que todos esos homenajes recibidos, lo acepta como hombre agradecido.
“Todo eso, personalmente yo no me lo merezco, sino que Dios ha depositado esa gracia. Yo no lo he pedido, sino que he hecho lo correcto: hacer mi trabajo, lanzar y ayudar a conseguir victorias. Es lo correcto y ha dado fruto”.
Rivera dijo que se sintió entusiasmado cuando su subió por primera vez en la lomita, para lanzar en Grandes Ligas. “A pesar de que perdí el juego, estuve contento porque realicé mi sueño y Dios me dio fortaleza para estar allí. Lego gané mi primer encuentro como abridor contra Oakland y seguí aprendiendo los secretos del juego”.
Finalmente nos comentó que tras su retiro se dedicará a predicar la religión cristiana y enseñar el secreto del béisbol a la juventud.