Agente muerto en tiroteo de LAX era buen padre y esposo
Gerardo Hernández vivía con su esposa y dos hijos. Sus allegados lo describen como un buen padre y esposo
Los ÁNGELES.- El agente de la Agencia federal de Seguridad del Transporte (TSA, en inglés) muerto a consecuencia del tiroteo de ayer en el aeropuerto de Los Ángeles, el hispano Gerardo I. Hernández, era “un dedicado” padre y esposo, según señalaron sus allegados.
Hernández, de 39 años y que vivía en Porter Ranch, al noroeste de Los Ángeles, con su esposa y sus dos hijos, solía mostrarse muy orgulloso de su hijo y hablaba “profundamente” de su hija, según señaló a la cadena NBC4, Kevin Maxwell, un ex compañero de trabajo del fallecido.
“Era un gran tipo. Todo lo que hablaba era sobre su familia”, señaló Maxwell, quién recordó que Hernández, el primer agente de esa agencia muerto en servicio, tenía cinco años trabajando en el aeropuerto internacional de Los Ángeles.
Maxwell trabajó junto a Hernandez en el Departamento de Logística de la TSA hasta el año pasado, cuando el ex agente renunció a su puesto para cuidar a su abuela, según reporta la estación de televisión.
Tras el tiroteo de ayer en la terminal 3 del aeropuerto perpetado por el joven estadounidense de 23 años Paul Anthony Ciancia, Hernández fue llevado al centro médico Harbor-UCLA, en donde fue recibido sin mostrar signos vitales.
De acuerdo al centro médico, los esfuerzos efectuados por más de una hora para revivirlo fueron inútiles y al promediar las 11 de la mañana (hora local) se certificó la defunción del agente, un experto en detectar comportamientos sospechosos en los sitos de chequeo del aeropuerto.
Según el sitio de internet que cubre noticias sobre la industria cinematográfica The WRAP, la esposa de Hernández, Ana Machuca, es una graduada de la Universidad Estatal de California, Northridge y una ejecutiva de Warner Brothers que se responsabiliza de los presupuestos publicitarios de los estudios.
“No hay palabras para explicar el horror que experimentamos”, indicó por su parte el administrador de la TSA, John Pistole, quien confirmó en una comunicación enviada a los miembros de la agencia que Hernández es el primer “agente asesinado en el cumplimiento del deber”.
La TSA fue creada en 2001 como parte de la Ley de Seguridad de la Aviación y el Transporte aprobada por el Congreso y firmada como ley por el presidente George Bush el 19 noviembre de ese año.
De acuerdo a la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, el sindicato que representa a los trabajadores de la TSA, Hernández había sido trasladado al aeropuerto de Los Ángeles desde Montana.
Hernández murió a consecuencia del ataque efectuado el día de ayer por Paul Ciancia, un joven de 23 años que a las 9:20 am PT entró al área de control de pasajeros que da acceso a la terminal 3 del aeropuerto, desenfundó un rifle de asalto y comenzó a disparar contra agentes de la TSA.
El suceso desató el pánico en el aeropuerto internacional y obligó a las personas a correr en busca de las salidas o los lavabos para refugiarse, mientras algunos trataban de parapetarse detrás de sus equipajes.
El cuerpo de bomberos explicó que siete personas fueron tratadas por diversas heridas, aunque la mayoría por daños ocasionados cuando trataban de huir del lugar de los hechos.
Ciancia fue detenido con munición adicional que no pudo utilizar gracias a la rápida intervención policial, según señaló ayer el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
“Podría haber matado a todo el mundo en esa terminal hoy(ayer)”, declaró.