Masacre en discoteca de Colombia deja 8 muertos
Ocho personas murieron y siete resultaron heridas por un hombre armado en una discoteca de la ciudad colombiana de Cali
CALI, Colombia. — Ocho personas murieron y siete resultaron heridas luego de que un hombre armado ingresó a una discoteca de la ciudad colombiana de Cali y abrió fuego, informó la policía el sábado. El presunto autor fue detenido.
El tiroteo ocurrió alrededor de las 9 p.m. del viernes en la discoteca conocida como la “Barra de la 44” de esta ciudad del suroeste, explicó vía telefónica a The Associated Press el coronel Hoover Penilla, comandante de la policía de Cali.
“Dentro de lo que se ha podido establecer, una persona entra disparando indiscriminadamente contra las personas que se encontraban al interior (de la discoteca), producto de lo cual se presenta el fallecimiento de tres personas allí, en ese establecimiento, y de los heridos que llegaron a diferentes centros asistenciales se presenta el fallecimiento de cinco más, para un total de ocho”, agregó el comandante policial.
La policía capturó al hombre que provocó la balacera, quien ya fue puesto a disposición de la Fiscalía General, añadió Penilla.
El sospechoso fue identificado como Johan Alexánder Mosquera, quien estaba por ser llevado el sábado más tarde ante un juez penal de Cali para imputarle cargos formales. Es probable que sea detenido en forma preventiva en un centro carcelario por su presunta responsabilidad en delitos como homicidio, tentativa de homicidio y lesiones personales.
Los hechos ocurrieron en la discoteca-bar “Barra de la 44”, en el barrio Sindical de Cali, , la tercera ciudad en importancia de Colombia, a 300 kilómetros al suroeste de Bogotá.
“Ante la detonación que se escuchó en un comienzo hubo la reacción de una patrulla de la policía que estaba en ese cuadrante… Cuando llega, ve salir a esta persona con un arma de fuego en la mano, se inicia una persecución y es allí donde se logra la captura de este individuo”, añadió Penilla.
El jefe policial hizo hincapié en que el homicida centró su ataque sobre un grupo de entre ocho y 10 personas. Todo parece indicar, observó Penilla, que lo sucedido en Cali la noche anterior es producto de represalias entre dos bandas criminales llamadas “La 39” y “La 40”.
“Al hacerle la pregunta (al sicario) de lo que había sucedido, simplemente manifiesta que era un hecho que él tenía que realizar”, dijo el jefe policial a los reporteros.
Un reportero gráfico de la AP estuvo en el sitio de la masacre y observó cuando un hombre de unos 23 años estaba lavando la sangre de las víctimas. “Lo que están sacando (de) dentro de la discoteca es una cascada de sangre”, afirmó el fotógrafo.
“Hay mucho curioso en la zona. Todo el que pasa se detiene a mirar hacia la discoteca, pero prácticamente nadie quiere hablar. A la gente le da miedo. Casi todo el mundo se muestra ajeno a los hechos y dice que ni vio ni oyó nada”, añadió.
Enterado de la masacre en Cali, el presidente Juan Manuel Santos le llamó la atención a la policía.
“La policía tiene que ‘ponerse las pilas’, como dicen. Lamentamos… esta masacre que sucedió en Cali. ¿Qué son ajustes de cuentas? ¿Qué son matanzas entre bandas delincuenciales? Puede que sea cierto, pero eso no justifica la muerte de nadie y un homicidio es un homicidio, y la policía tiene que estar presente para prevenirlo”, sostuvo el mandatario en un acto público en el municipio de Málaga, departamento de Santander, al noreste de Bogotá.
En tanto, el general Jorge Nieto, comandante de Seguridad Ciudadana de la Policía, explicó telefónicamente que el arma utilizada por el asesino es una Glock nueve milímetros.
“Esa arma, según los antecedentes, figuraba a nombre de una persona hasta 2004. En el 2004 esa persona fue asesinada. Antes de esa fecha esa arma fue incautada en tres oportunidades. Es decir, por alguna situación que estamos averiguando, se le incautó y volvieron y se la entregaron”, explicó Nieto.
El general enfatizó que detectives de la Policía Judicial (DIJIN) viajaron a Cali desde la capital colombiana para adelantar la investigación.
Al parecer, según Nieto, hombres de bandas criminales se habían dado cita en esa discoteca para cancelar la nómina de sus integrantes.
Reynaldo Campos, de 60 años y vigilante de la “Barra de la 44”, le dijo a la AP que escuchó disparos durante unos 20 minutos. Advirtió que apenas se inició el tiroteo huyó del lugar y que regresó cuando ya todo había pasado.
Contrario a lo afirmado por Penilla, Campos sostuvo que varios hombres ingresaron al establecimiento “dando bala” y que recorrieron los tres pisos del mencionado establecimiento público.
Por su parte, Edward Rodríguez, director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General en Cali, identificó al presunto homicida como Johan Alexánder Mosquera, de 20 años.
Sobre los heridos, Rodríguez dijo por teléfono a la AP que “hay unas personas graves, pero hasta el momento no se ha reportado que haya fallecido alguna de ellas”.
Hasta el momento la hipótesis que se maneja es simplemente una represalia “entre unas bandas criminales que se disputan el microtráfico (de drogas) y la extorsión en esa zona o comuna 12 de Cali”, añadió el director del CTI en Cali, capital del departamento de Valle del Cauca.
Según Rodríguez, la masacre perpetrada en la “Barra de la 44” puede estar relacionada con el asesinato hace tres semanas de un hombre apodado “el Burro”. Fue un ajuste de cuentas entre delincuentes, insistió el investigador.