El FV2 es interacción total afirma Toyota

Entre los numerosos lanzamientos de la marca en el Salón del automóvil de Tokio aparece este prototipo que se maneja de manera intuitiva.

La carrocería del FV2 puede cambiar de color de la misma manera que lo hace un camaleón.

La carrocería del FV2 puede cambiar de color de la misma manera que lo hace un camaleón. Crédito: Toyota

El FV2 es un monoplaza que interactúa de manera permanente con el conductor, ya sea de manera física como emocional… ¿Cómo es esto? Pues bien, la primera se remite a que para maniobrar y controlar este ejemplar no hay ni manillar ni volante, sino que se mueve según sean los movimientos del piloto hacia adelante, atrás o los costados. En tanto, para la emocional, se hace mediante el reconocimiento de voz y de la imagen, el vehículo determina el estado de ánimo del conductor, para sugerir destinos y brindar distintos sistemas de asistencia.

En pos de una conducción más segura y a través de tecnología inteligente, el vehículo se conecta con sus pares más cercanos y otorga información sobre los puntos ciegos en las intersecciones. De la misma manera, ya sea por voluntad de quien conduce o por su humor, la carrocería puede cambiar de color de la misma manera que lo hace un camaleón.

De esta manera, Toyota ofrece un prototipo que crea un nuevo concepto en cuanto a la manera de entender la movilidad, en el cual el contacto con la maquina es mucho más cercano de lo que hasta ahora permite la tecnología.

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