Reacciones encontradas al saludo de Obama a Raúl Castro
Mientras unos opinan que es "decepcionante", otros consideran que el saludo a Raúl Castro fue un gesto protocolar del mandatario estadounidense
WASHINGTON.- El apretón de manos entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y el gobernante cubano, Raúl Castro, durante un servicio en Johannesburg en honor al fallecido Nelson Mandela, ha suscitado reacciones encontradas en Washington.
Tanto Obama como Castro se dieron un apretón de manos durante un servicio en Johannesburg en conmemoración de la vida y obra de Mandela, Premio Nobel de la Paz que falleció el jueves pasado a los 95 años tras una larga enfermedad.
El saludo y breve diálogo entre los gobernantes de dos países distanciados por la Guerra Fría no fue planeado, según la Casa Blanca, pero las reacciones recabadas por La Opinión dejaron al descubierto las perennes tensiones en torno a la política exterior de Obama hacia Cuba.
La legisladora republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que el gesto le pareció “nauseabundo y decepcionante” porque Castro “representa a una de las dictaturas más represivas del mundo”.
Según Ros-Lehtinen, los líderes de la disidencia cubana podrían sentirse desalentados al ver cómo Obama da reconocimiento público a Castro.
Pero sería incluso más perturbante, agregó, cualquier “ablandamiento” de la política exterior de EEUU hacia Cuba, “donde el regimen comunista de Castro priva con regularidad a los ciudadanos de sus libertades básicas”.
Por su parte, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, dijo que si Obama le iba a dar la mano a Castro, “debería haberle preguntado sobre cómo esas libertades básicas con las que Mandela ha sido asociado son negadas en Cuba”.
Sin embargo, Tomás Bilbao, director ejecutivo del Grupo de Estudio sobre Cuba, consideró que el saludo entre Obama y Castro fue meramente un gesto “protocolario, y no debemos darle mayor interpretación”.
Obama “ya ha demostrado su disposición de cambiar la relación en base a los intereses estadounidenses y del pueblo de Cuba, a través de su política hacia la isla”.
“La mejor evidencia de un avance sustancial será en los próximos pasos que tome la Administración Obama y el gobierno de Cuba para beneficio de ambos pueblos”, puntualizó Bilbao.
En general, muchos líderes republicanos en el Congreso, en particular los de origen cubano, han criticado las medidas que Obama ha tomado desde que llegó al poder en 2009 para buscar un mayor acercamiento con La Habana.
Entre esas medidas figuran la flexibilización de viajes y remesas de cubanos con familiares en la isla, y la ampliación de intercambios educativos y culturales y de los contactos de pueblo a pueblo con Cuba.
En el pasado, Obama también fue criticado por un apretón de manos en 2009 con el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez durante la Cumbre de las Américas.
En el encuentro de este martes en un estadio, Obama también dio un apretón de manos a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, quien canceló su visita a Washington en octubre pasado en protesta por el presunto espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU contra su gobierno.
La Administración Obama continúa el embargo impuesto a Cuba desde 1959, y siempre ha insistido en que si bien las reformas que ha emprendido el Gobierno de La Habana son un paso positivo, éste debe hacer aún más para agilizar la transición democrática en Cuba.
El Gobierno de Obama exige, además, la puesta en libertad del subcontratista estadounidense Alan Gross, quien purga prisión desde su arresto en diciembre de 2009 bajo cargos de espionaje.
Las autoridades cubanas, a su vez, piden la liberación de los cuatro cubanos restantes del grupo de “Los Cinco”, que permanecen en prisión en Estados Unidos tras su arresto en 1998 y condena en 2001 por cargos relacionados con conspiración para cometer espionaje contra este país.