Mursi será juzgado por insultar al poder judicial de Egipto
Un tribunal penal juzgará al depuesto presidente egipcio y otros 24 acusados por supuestamente insultar al poder judicial
El Cairo.- Un tribunal penal juzgará al depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi y otros 24 acusados por supuestamente insultar al poder judicial, atacar a sus funcionarios e incitar al odio, informó este domingo la agencia de noticias estatal Mena.
Mursi, quien fue derrocado por un golpe de Estado el 3 de julio de 2013, tendrá que declarar sobre los supuestos insultos que profirió contra varios jueces, a quienes acusó en un discurso público en junio pasado de participar en el fraude electoral durante el régimen de Hosni Mubarak (1981-2011).
En ese nuevo caso, las autoridades también están investigado si Mursi influyó en el trabajo de la Fiscalía durante su mandato y en el juicio contra el último primer ministro de Mubarak y su rival en las elecciones, Ahmed Shafiq, por delitos de corrupción.
La Corte de Apelación de El Cairo, encabezada por el juez Zaruat Hamad, será la encargada de procesar en una fecha todavía sin determinar a los acusados por “insultar al poder judicial y a los jueces, e incitar al desprecio de los tribunales a través de entrevistas televisivas y radiofónicas y de las redes sociales”.
Entre los demás acusados están Mohamed Saad Katatni, expresidente del partido Libertad y Justicia (brazo político de los Hermanos Musulmanes); el exguía espiritual de los Hermanos Mohamed Akef; y los dirigentes de la cofradía Mohamed el Beltagui, Esam Sultan y Mohamed el Omda.
Aparte de los islamistas, otros acusados de insultar a la justicia son el político liberal Amr Hamzaui, el exdiputado Mustafa el Nagar, el poeta Abdel Rahman Qaradaui, la jueza reformista Noha el Zeini, los periodistas Abdel Halim Qandil y Ahmed Hasan Sherkaui, y el controvertido presentador de televisión Taufiq Okasha.
El activista Alaa Abdel Fatah está incluido en ese grupo, mientras afronta otros cargos por su supuesta convocatoria de una protesta contra la nueva ley de manifestaciones a finales del pasado noviembre en frente de la sede del Consejo de Al Shura (Cámara alta del Parlamento).
No se trata del único caso al que se enfrenta Mursi, que deberá responder ante la justicia por revelar información clasificada a países y organizaciones extranjeras, como el movimiento palestino Hamás, y por huir de prisión durante la revolución de 2011 que desbancó del poder a Mubarak.
También afronta cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre de 2012, en un juicio que se reanudará el próximo 1 de febrero.
Además, el presidente depuesto está acusado del asesinato de presos y oficiales de policía, del secuestro de responsables de seguridad, del asalto e incendio de la cárcel de Wadi Natrun y de atacar instalaciones de las fuerzas del orden.
Mursi estuvo recluido en Wadi Natrun durante la revolución que derrocó a Mubarak entre enero y febrero de 2011, pero logró escapar a los dos días de su detención gracias al caos que reinaba en los presidios tras la desbandada de los guardianes.
El presidente islamista fue depuesto el pasado 3 de julio por el Ejército, que estableció un plan de transición que incluye la reforma de la Constitución, aprobada esta semana en referéndum, y la celebración de elecciones legislativas y presidenciales.