Noche de juegos y alcohol con el discurso de Obama
Hasta bingo se juega con el contenido del mensaje que ofrece el Presidente de EE.UU.
Washington, 28 ene – Programación especial en los bares, fiestas en las casas frente al televisor, cervezas agotadas en los supermercados, y dos bandos pendientes del éxito o la derrota. No se trata de la cita deportiva del año en EEUU, la Superbowl, sino de un discurso político: el del presidente sobre el Estado de la Unión.
Lo que parece inimaginable en otros países se hace realidad cada 28 de enero en Estados Unidos: millones de ciudadanos, en su mayoría jóvenes adultos, siguen con el entusiasmo de una competición deportiva una larga alocución presidencial sobre economía, legislación y política exterior.
Aunque la noche del SOTU (siglas en inglés del nombre del discurso) es festiva en todo el país, en ningún otro lugar se vive con tanta pasión como en la capital, Washington, la ciudad con más asesores políticos, trabajadores federales, diplomáticos y periodistas por metro cuadrado.
Tanto si se elige ir a un bar como si se organiza una fiesta en casa con amigos, la de hoy es una noche de clásicos: el “SOTU drinking game” (un juego para beber en función del contenido del discurso que se actualiza cada año), el bingo (donde palabras clave como “compromiso” sustituyen a los números) y los chupitos de gelatina del Ventnor Sports Cafe, donde los clientes reciben gratis uno de estos tragos cada vez que Obama dice su palabra asignada.
El “SOTU drinking game”, que tiene una página web con instrucciones para que todo el mundo pueda jugar allí donde esté, consiste en dividir a los participantes en dos equipos, que tienen un listado de diez palabras clave cada uno.
Las de este año son “inversión“, “reto“, “seguridad“, “igualdad“, “salud“, “trabajos“, “energía“, “salario“, “Congreso” e “Irán” para el equipo azul, y “futuro“, “oportunidad“, “amenaza“, “saludable” “médico“, “trabajo“, “medio ambiente“, “sueldo“, “juntos” y “Fuerzas Armadas” para el rojo.
La selección de la lista, que coincide con los temas que se prevé que Obama aborde hoy, evidencia que, aunque lo viven de manera festiva, quienes participan en estos juegos están al día de la actualidad del país y, muchos de ellos, involucrados políticamente.
El público de estos eventos es por tanto informado, crítico y, como no podía ser de otra manera en la demócrata Washington, favorable al partido del presidente Obama, a quien ovacionan o abuchean durante el discurso con los mismos gestos y gritos con los que seguirán la esperada final de la Superbowl el fin de semana.
En el “SOTU drinking game” nadie gana, sólo acaba bebiendo más el equipo cuyas palabras repite con más frecuencia el presidente. Los creadores invitan a tomar alcohol con responsabilidad y a consumir producto nacional,”al fin y al cabo, bebemos por EEUU“, dicen en su web.
Dada la naturaleza de estos juegos (política, alcohol y amigos), en los campus universitarios de todo el país el discurso también se sigue con fervor.
“Cuando estudiaba en Boston siempre organizábamos una fiesta para el SOTU, que incluía bebidas, aperitivos y una versión del bingo con palabras clave en lugar de números”, explicó a Efe el consultor Varun Hallikeri.
Pese a la pasión con la que se sigue el discurso presidencial, no falta escepticismo sobre el resultado: “En Washington se sigue mucho más que en otros lugares del país, pero con el Senado en manos demócratas y la Cámara de Representantes en manos republicanas, hay una gran diferencia entre lo que se propone y lo que finalmente llega a aprobarse“, dijo a Efe el historiador Dan Lee.