Atlanta vuelve a la normalidad tras caos por nevada
Llueven las críticas para las autoridades locales por el "pésimo" manejo de la emergencia
Atlanta – La ciudad de Atlanta, en Georgia, vuelve poco a poco a la normalidad tras el caos ocasionado por la tormenta de nieve que la azotó el martes pasado, en medio de duras críticas contra el alcalde de la ciudad y el gobernador del estado por cómo dirigieron la emergencia.
Esta mañana, cientos de automóviles abandonados todavía permanecían en las carreteras del área metropolitana de Atlanta, mientras las autoridades de tránsito intentaban a toda marcha restablecer la normalidad en las vías.
Las labores, en las que participaron la Patrulla Estatal de Georgia, el Departamento de Transportes de Georgia y la Guardia Nacional, se llevó a cabo en medio de fuertes críticas hacia el gobernador Nathan Deal y el alcalde de Atlanta, Kasim Reed.
Ambos líderes han estado en el centro de la tormenta por lo que muchos consideran un “pésimo” manejo de la emergencia que paralizó a la ciudad de Atlanta.
Si bien los mandatarios han responsabilizado en gran parte a los meteorólogos por no haber pronosticado la “verdadera” magnitud de la tormenta, la lluvia de críticas a nivel local y nacional, y lideradas en su mayoría por meteorólogos, apunta más bien a la falta de planificación y “pobre” respuesta por parte de los dos líderes.
En rueda de prensa, Deal afirmó este jueves que el gobierno estatal debió de haber actuado de forma más “rápida” ante la emergencia climática y anunció que se llevaría a cabo una investigación para saber en qué se falló y cómo evitar estos errores en el futuro.
Por su parte, el director de la Agencia de Manejo de Emergencias de Georgia, Charley English, asumió este jueves la responsabilidad por la tardía respuesta, liberando al gobernador de toda culpa.
De acuerdo con el funcionario, se estableció un centro de coordinación desde el lunes previo a la tormenta, pero no se emitieron las alertas necesarias sino hasta el día siguiente.
El colapso del tráfico se originó luego de que las escuelas suspendieran más temprano y sin previo aviso las clases, lo que provocó que muchos padres debieran abandonar sus trabajos de forma inesperada y se congestionaran las principales vías.
La tormenta del martes, tras la que se acumularon dos pulgadas de nieve, dejó al menos dos muertes y ocasionó más de 1,200 accidentes de tránsito.
Miles de personas se quedaron atrapadas en el tráfico y debieron abandonar sus vehículos tras pasar horas tratando de llegar hasta sus hogares la tarde del martes.
Ante el caos vial ocasionado, muchos establecimientos comerciales transformaron sus instalaciones en “refugios” improvisados para permitir a los conductores varados pasar la noche.
Asimismo, cientos de estudiantes de escuela debieron pasar la noche en sus centros de estudios luego de que sus padres no lograran llegar a recogerlos debido al caos en la carretera.
El miércoles por la mañana, cerca de 2,000 niños todavía permanecían en escuelas de varios condados del área metropolitana de Atlanta a la espera de que los recogieran.
La patrulla estatal debió escoltar el miércoles a muchos de ellos hasta sus casas debido a las condiciones en muchas carreteras, que aún el jueves permanecían cerradas.