Endeudamiento de Puerto Rico saldrá caro
Pese a la crisis que enfrenta la isla por la rebaja de su deuda a bono “chatarra”, la noticia no alteró los mercados

Los maestros y otros funcionarios públicos sufren por los recortes del presupuesto en Puerto Rico. Crédito: Archivo
Nueva York – La Casa Blanca cree que Puerto Rico ha mostrado la voluntad política para resolver sus problemas económicos y no se contempla ninguna ayuda federal. Eso fue lo que ayer confirmaron fuentes del Departamento del Tesoro. Washington, se mantiene así a distancia de los problemas de este Estado Libre Asociado que el martes recibió la noticia de que la agencia de crédito Standard & Poor´s rebajaba la calificación de su deuda a bono “basura” o “chatarra”.
Pese a esta acción de la agencia de crédito y la posición del Gobierno federal, los mercados no reaccionaron con pánico en el caso de los bonos de la isla y, de hecho, el precio de la deuda llegó a subir ayer ligeramente aunque la espiral en la que se mete el país es en la de un endeudamiento que le va a salir muy caro.
Tal y como comentaba a El Diario/La Prensa Randy Jacobus, principal de Alternative Strategy Advisers, una boutique de inversión en bonos municipales, “la rebaja ya estaba descontada por los mercados desde hace tiempo, se esperaba algo así”.
La deuda municipal de Puerto Rico, el tercer emisor de este tipo de bonos tras California y Nueva York, ha sido tradicionalmente muy atractiva para fondos de pensiones y de inversión por ser libre de impuestos, por lo que muchos gestores la han incorporado a sus carteras, pero esto ha cambiado en apenas un año.
La posibilidad de la rebaja, dado el deterioro económico de la isla, ha hecho que muchos inversionistas tradicionales se hayan ido retirando de Puerto Rico desde hace meses y según explica Jacobus, quienes están comprando ahora son los más sofisticados, entre ellos los mismos hedge funds que, por ejemplo, están comprando la deuda de Grecia, el país con más problemas económicos dentro de la UE y buscan altos rendimientos por el riesgo que asumen.
“La salida de los inversionistas tradicionales ya rebajó los precios de la deuda haciéndola más atractiva a los más sofisticados que además no prestan mucha atención a lo que hagan las agencias de crédito”, explica este gestor.
La aparente tranquilidad de este peculiar mercado en digerir la rebaja de la deuda no enmascara las complicaciones de una economía que tiene una deuda de $70,000 millones, que es equivalente al 93% de su PIB, y sobre la que legalmente no puede pedir la suspensión de pagos como recientemente ha hecho Detroit.
Puerto Rico tiene además una tasa de desempleo del 15.4%, más del doble que el resto de EEUU, con una población de 3.62 millones de personas. La mayor fuente de empleo es el Gobierno que da trabajo a casi el 28% del país. Aunque la industria manufacturera representa el 45% del PIB, sólo ofrece empleo al 9% de la población. Recientemente, las noticias desde este sector no han sido buenas y en la ciudad de Barceloneta, que ha sido un centro para la industria farmacéutica, se han anunciado los cierres de fábricas de tres multinacionales.
En su informe, S&P recuerda que la economía se ha ido contrayendo en términos reales todos los años, excepto uno, desde 2006 y no hace más que perder población. En los últimos 10 años y según el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, 288,000 personas migraron a EEUU.
El Gobierno de Alejandro García Padilla ha puesto en marcha medidas que han sido aplaudidas por la agencia de crédito para rebajar la deuda y el déficit y discutidas en las calles. Entre ellos controvertidas reformas del sistema de pensiones de los maestros y los jueces. Además se van a tomar medidas adicionales para reducir el déficit en $170 millones, con la idea de equilibrarlo en 2015, lo que sería la primera vez en muchos años.
La agencia crediticia afirma en su informe que la rebaja de la deuda no es mayor porque la administración ha hecho esfuerzos en reducir los déficits operativos y ve como un éxito la reforma de las pensiones de los profesores y empleados públicos que tan combatida fue en las calles.
Pese a los esfuerzos presupuestarios, el problema, según diagnosticó S&P es que el país tiene la liquidez muy limitada. “Necesitan dinero en efectivo para sus obligaciones de deuda y con los actuales déficits va a ser difícil generar los ingresos necesarios para ello, ademas de que será políticamente difícil pedir más austeridad”, explicaba ayer Jim Colby, gestor de Van Eck Global.
Actualmente, están en marcha negociaciones entre hedge funds y firmas de capital riesgo para ofrecer hasta $2,000 millones a la isla, un acuerdo que es muy poco habitual y que no se hará sin solicitar, a cambio, unos altos intereses del 10%.
El banco Morgan Stanley, sería el encargado de organizar esta financiación, pero ayer no quisieron dar detalles del curso de las negociaciones. Colby, dijo estar sorprendido de que S&P diera su veredicto sobre la deuda de Puerto Rico antes de que esta financiación hubiera estado preparada por más que estos inversionistas no se sirvan de las recomendaciones de las agencias de crédito.
Los gestores de inversión coinciden en explicar que esta deuda va a ser muy cara y puede quitar los recursos necesarios para estimular la economía justo cuando más se necesite.
“Va a ser todo un reto”, es lo que se repite. Algunos economistas apuntan que Washington va a tener que ayudar con estímulos a la economía o con incentivos a las empresas para crear empleo.