Migrantes michoacanos envían dinero a autodefensas

Algunos incluso regresan a Michoacán para la lucha contra el cartel de Los Caballeros Templarios.

José Sandoval, dirigente del Comité de Voluntarios de San José en California estima que se han enviado alrededor de $250,000 dólares en los últimos cinco meses.

José Sandoval, dirigente del Comité de Voluntarios de San José en California estima que se han enviado alrededor de $250,000 dólares en los últimos cinco meses. Crédito: Video de Fusion

Ciudad de México.? Migrantes mexicanos establecidos en Estados Unidos están regresando a sus comunidades en el estado de Michoacán para apoyar a los grupos de autodefensa en su lucha contra Los Caballeros Templarios, sostienen reportes de prensa de medios como Los Ángeles Times o Fusion TV, una empresa de medios fundada recientemente por ABC y Univisión.

También están llevando a cabo colectas entre la población hispana establecida en el vecino país para enviar dinero a los civiles que hace casi un año se levantaron en armas contra la delincuencia organizada.

El dinero, sostiene Fusion, está llegando a cuentas bancarias y una de esas cuentas pertenece al doctor José Manuel Mireles, escondido en un punto desconocido de la Ciudad de México desde que sufrió un accidente en una avioneta que se desplomó.

Los Ángeles Times reporta en su edición de hoy: “Para luchar contra el cártel, los migrantes mexicanos regresan a sus lugares de origen; mucho de los que han vivido un tiempo en California viajan o envían recursos al centro de México para apoyar a las milicias que defienden sus comunidades”.

“Tradicionalmente, lo correcto es que las familias cuiden de sí mismas”, dijo José Sandoval, un inmigrante de Michoacán de unos cincuenta años que dirige un grupo llamado Comité de Voluntarios de San José en California. “Cuando pagamos al gobierno para que cuide nuestra seguridad, terminamos siendo asesinados”, agregó el mexicoamericano al Times.

De acuerdo con el diario, es difícil obtener cifras exactas de la cantidad de dinero que se ha enviado desde California hasta Michoacán. Pero hay una gran población de donantes potenciales, sostiene: grupos de inmigrantes afirman que en California hay un millón de personas con familiares en Michoacán. Sandoval estima que estos grupos podrían haber enviado hasta $250,000 dólares a grupos de autodefensa en los últimos cinco meses.

El dinero se entrega en efectivo en las reuniones, o directamente a las cuentas de los líderes en Michoacán. “Yo he celebrado siete reuniones, y en cada una he juntado $500 y $600 dólares”, dijo Sandoval a Los Ángeles Times. Según Sandoval y otros líderes comunitarios contactados por Univisión, el dinero enviado por los inmigrantes no se está utilizando para la compra de armas.

Los fondos son, dicen, para suministros como la gasolina, medicina o pagos en efectivo a las viudas de combatientes de grupos parapoliciales que han caído en combate. En las últimas cinco semanas, miles de dólares también se han enviado directamente a la familia de José Manuel Mireles, dice el Times.

“Me llamó hace poco y me dijo que $1.8 millones de pesos [$140 mil dólares] se habían depositado en su cuenta, pero que ahora le restan $50 mil pesos, dijo Sandoval al diario. “Estamos haciendo esto porque todos somos humanos y todos somos mexicanos”, dijo por su parte José Díaz, oriundo del estado de Zacatecas, a Fusion TV. Díaz ayudó a organizar un evento de recaudación de fondos en San José el sábado pasado, explica la televisora. “Es nuestra obligación ayudar a los necesitados, o, en este caso, ayudar a aquellos que quieren defenderse”.

Una parte de esos que apoyan tienen parientes que han sido secuestrados por Los Caballeros Templarios, señala Fusion TV. “Han experimentado de primera mano a la extendida práctica de forzar a las empresas locales a pagar impuestos [a los criminales]. A sus ojos, los grupos de autodefensas son liberadores de la opresión de los cárteles en Michoacán.

“Todos nuestros parientes sufrían de extorsión allí”, dijo Irma González, residente de San José, quien es oriunda de la ciudad de Tecalpatepec, cabeza de uno de los más fuertes grupos de autodefensa. Un dirigente de los grupos de autodefensa del estado mexicano de Michoacán justificó hoy la demostración de fuerza realizada el pasado fin de semana en la localidad de Apatzingán, un municipio clave en la lucha contra el narcotráfico.

Apatzingán, la ciudad más importante de la llamada Tierra Caliente de Michoacán, estaba considerada hasta hace poco como un bastión del cártel Los Caballeros Templarios, pero desde hace varias semanas está controlada por fuerzas federales. Los hrupos de autodefensa habían acordado con las autoridades presentarse allí el fin de semana pasado, a partir de una invitación cursada por el sacerdote Gregorio López para realizar un acto por la paz.

El ingreso de estos grupos de civiles comenzó el sábado, primero con un centenar de personas que llegaron a Apatzingán desarmados, junto con efectivos policiales y militares. Los civiles estaban encabezados por Hipólito Mora, uno de sus dirigentes. El domingo por la tarde, otro grupo encabezado por Estanislao Beltrán entró también a Apatzingán, en una caravana del medio centenar de vehículos.

“La gente salió a recibirnos con aplausos, con júbilo, con alegría, al ver la presencia de las autodefensas en Apatzingán”, dijo hoy Beltrán en declaraciones a la emisora local Radio Fórmula. Beltrán explicó que después de pasearse por Apatzingán, se quedaron a la entrada para controlar “las entradas y salidas de la ciudad”, en coordinación con la Policía Federal y el Ejército.

Esa colaboración, que se está dando desde hace varias semanas, implica un cambio en el modo de actuar de estos grupos, que anteriormente irrumpían en las localidades, a solas, para buscar a supuestos narcotraficantes. “Ahora nosotros no vamos (a realizar capturas), va el Ejército, va la Policía Federal.

Ese es el cambio. Es la pregunta del pueblo: dónde están [las autodefensas]. Con esa finalidad ayer hicimos el recorrido nosotros” en Apatzingán, agregó. A efectos prácticos, la entrada de estos grupos a Apatzingán no significó nada, porque en la ciudad hay una fuerte presencia de policías federales y militares desde mediados de enero. Pero, según el Gobierno, se trata de “la primera manifestación real y clara de un trabajo (en donde caminan de la mano Estado y sociedad”, dijo el comisionado especial para Michoacán, Alfredo Castillo.

Fuentes de los grupos de civiles armados consultadas por Efe explicaron la razón por la cual primero entró a Apatzingán una columna encabezada por Mora y al día siguiente una caravana de vehículos a cuyo frente se encontraba Beltrán. Ambos, Mora y Beltrán, son las figuras más visibles de los grupos de autodefensa de Michoacán, especialmente después del descrédito que sufrió en enero pasado otro de sus dirigentes, José Manuel Mireles, por unas declaraciones contradictorias que hizo.

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