Bjoerndaelen y Bjoergen entran al olimpo en Sochi
Los Juegos de Sochi 2014 llegaron a su fin, y tras de sí dejan una estela de grandes hazañas, enormes capítulos deportivos y hombres y mujeres de leyenda cuyos nombres ya están escritos en la historia del olimpismo.
Madrid.- Los noruegos Ole Einar Bjoerndaelen, biatleta, y Marit Bjoergen, esquiadora de fondo, entraron en el olimpo al convertirse en los deportistas más laureados de toda la historia de los Juegos de invierno en los de Sochi (Rusia), que concluyeron hoy, domingo, con la anfitriona al frente del medallero.
Rusia capturó trece medallas de oro, once de plata y nueve de bronce y acabó primera en unos Juegos organizados para mayor gloria de su poderoso presidente, Vladimir Putin, que no escatimó gasto alguno, en la que fue, con diferencia, la cita olímpica más cara y con el mayor despliegue de seguridad de todos los tiempos.
La anfitriona sucedió en el historial a Canadá -que también fue primera en ‘su’ cita, hace cuatro años en Vancouver- y encabezó el medallero de la XXII edición de los Juegos de invierno, por delante de Noruega, que sumó once oros, cinco platas y diez bronces.
Gran parte del éxito ruso se debió, no obstante, a dos deportistas nacionalizados: el patinador de velocidad en pista corta Viktor Ahn, que en Turín’06 (Italia) ganó, como Ahn Hyun-Soo, tres oros y un bronce para Corea del Sur; y que en Sochi logró tres títulos; y a otro Victor, Wild, nacido en White Salmon (Washington, EEUU) y que al casarse con otra ‘rider’, Alena Zavarzina -que ganó un bronce-, a partir de 2011 pudo empezar a competir con Rusia, para la que obtuvo dos títulos estos Juegos.
Ahn ganó tres oros en las pruebas de mil metros, 500 y el 5,000 relevos de ‘short track’; mientras que Wild se impuso en el gigante y el eslalon paralelo de snowboard.
Otra triunfadora fue la biatleta bielorrusa Darya Domracheva, junto a Ahn y Bjoergen, los únicos en salir con tres oros de Sochi. Domracheva ganó los 10 kilómetros persecución, los 12,5 salida en masa y el 15 individual.
Pero los que se convirtieron en leyendas vivas fueron los noruegos Ole Einar Bjoerndaelen y Marit Bjoergen.
Bjoerndaelen disputó sus sextos Juegos con 40 años y, al ganar la prueba sprint y el relevo mixto, amplió a ocho su número de oros y a trece la cantidad de medallas, con lo que superó a su compatriota el fondista Bjoern Daehlie, que entre Albertville’92 (Francia), Lillehammer’94 (Noruega) y Nagano’98 (Japón), fue ocho veces campeón olímpico y ganó cuatro medallas de plata.
Bjoerndaelen, que no ganó medalla en Lillehammer, pero sí en las cinco ediciones siguientes -Nagano, Salt Lake City’02 (EEUU), Turín, Vancouver y en ésta- supera en un bronce las medallas de Daehlie.
Bjoergen, que ya había sido reina en Vancouver, trasladó su trono a Sochi, donde ganó el esquiatlón, el relevo sprint y remató con su victoria en la prueba de 30 kilómetros, en la que sumo su sexto oro, con el que igualó la marca de otra fondista, la rusa Lyubov Yegorova, triunfal en los años 90; y la patinadora de velocidad soviética Lidia Skoblikova, que completó su colección en la década de los 60.
Sin embargo, la noruega las supera en otros metales, ya que a sus seis oros añade tres platas y un bronce, el que le falta a Yegorova. Skoblikova “sólo” ganó oros.
Tercera en el medallero, por delante de Estados Unidos (9/7/12) fue Canadá, que hoy, domingo, logró un inédito noveno título olímpico en hockey hielo, revalidando el de Vancouver, al derrotar en la final a Suecia (3-0). En total sumó diez oros, diez platas y cinco bronces.
Holanda arrasó en las pruebas de patinaje de velocidad y en el Adler Arena capturó 23 de sus 24 medallas (ocho oros, siete platas y nueve bronces), que la dejaron quinta en la lista de trofeos.
Austria sólo ganó cuatro títulos, pero fue la más laureada en el deporte rey, el esquí alpino, al ganar tres oros: en descenso masculino, gracias a Matthias Mayer; supergigante femenino, con Anna Fenninger; y el eslalon de chicos, en el que Mario Matt encabezó un doblete junto a Marcel Hirscher al convertirse, con 34 años, en el más veterano de la historia de este deporte en ganar un título.
Tina Maze se autoproclamó zarina en Krásnaya Poliana, donde no sólo se convirtió en la primera campeona olímpica de la historia de Eslovenia, sino que dobló, al ganar el gigante, después de haberse impuesto en el descenso, compartiendo título -por primera vez en la historia del esquí alpino en Juegos- con la suiza Dominique Gisin.
Ted Ligety, único favorito claro que ganó su prueba, el gigante; y la niña prodigio, Mikaela Shiffrin, que con 18 años se convirtió en la más joven campeona olímpica de eslalon, contribuyeron con sus dos oros al cuarto puesto final de Estados Unidos, país para el que volvió a brillar Bode Miller, el medallista más veterano, con 36.
España logró su mejor resultado gracias al madrileño Javier Fernández, que fue cuarto en patinaje artístico, deporte en el que salieron victoriosos el japonés Yuzuru Hanyu y la rusa Adelina Sotnikova. Pero sigue esperando por la tercera medalla en Juegos de invierno.
En veintidós ediciones, sólo cuenta dos: el oro del inmortal Paco Fernández Ochoa, en el eslalon de los Juegos de Sapporo (Japón), en 1972; y el bronce, en idéntica disciplina, que ganó, veinte años después, su hermana Blanca.