El Ejército se reduce
El Departamento de Defensa planea drástico recorte en sus fuerzas armadas
WASHINGTON, D.C. El secretario de Defensa, Chuck Hagel, anunció una drástica reducción en tropas del Ejército de Tierra que dejará esa fuerza entre los 440 mil y 450 mil militares, el nivel más bajo desde 1940.
Hagel hizo la propuesta ayer en una rueda de prensa en la que detalló el presupuesto de Defensa para el ejercicio fiscal 2015 y los planes de futuro tras 13 años de guerras de ocupación en Afganistán e Irak, el período bélico más largo de la historia estadounidense.
“Este es el primer presupuesto en 13 años de guerra que refleja en su totalidad la transición en el Departamento de Defensa”, indicó Hagel en una rueda de prensa para presentar estas recomendaciones de gasto a la Casa Blanca.
El Pentágono ya había adelantado que el número de soldados del Ejército iba a pasar de los 520 mil actuales a los 490 mil, aunque Hagel anunció que ese nivel será aún más bajo y podría reducirse adicionalmente hasta los 420 mil militares si se vuelven a ejecutar recortes presupuestarios en 2016 para contener el déficit.
El presupuesto de Defensa será presentado el 4 de marzo y estará dotado con 496,000 millones de dólares, un nivel que respeta el techo de gasto fijado por el Congreso, y que se completará con 26,000 millones de dólares adicionales autorizados por la Casa Blanca para mantener entrenamientos y maniobras.
El Ejército de Tierra, el que ha llevado el peso de las operaciones en Afganistán e Irak, ha visto desde el 11 de septiembre de 2001 un aumento de su personal hasta los 570 mil militares y ahora pasará a niveles previos a la Segunda Guerra Mundial.
El presupuesto se ha moderado con el fin de la guerra de Irak, que comenzó en 2003 y terminó a finales de 2011, y la inminente salida de Afganistán a finales de este año, lo que marcará el fin de la guerra de ocupación más larga en la historia de EEUU.
Para esta nueva época el Pentágono contempla más recursos para el desarrollo de “drones” aeronaves no tripuladas, ciberdefensa y desarrollo de nuevas tecnologías para mantener la hegemonía en tecnología militar frente a la emergente China.
Por contra, este presupuesto marcará el fin del avión de espionaje en la estratosfera U2, un hito en la historia de la aviación y un activo clave durante la Guerra Fría.
Además, la Fuerza Aérea dirá adiós al A-10, un avión de gran maniobrabilidad, de gran utilidad para destruir objetivos en tierra y a la “gasolinera volante” del KC-10, un avión que permitía abastecimiento en vuelo.
La Fuerza Aérea también deberá conformarse con menos F-35, un caza en desarrollo, que por su alto precio y con la mayor importancia de los “drones” se ha visto parcialmente relegado.