Sinfónica de Venezuela y YOLA brillan en Catedral de LA
Dos orquestas sinfónicas y una sola sinfonía. Música, arte y emoción. Los debates políticos quedaron fuera.
La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela (OSSBV) y la Youth Orchestra LA (YOLA) lograron elevar la emoción de los asistentes a la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en donde ofrecieron un concierto gratis.
Había expectativa, pero nada que tuviera que ver con su arte. Al final, la presentación de los músicos venezolanos ocurrió sin interrupciones y sin debates.
Esto fue muy distinto a lo ocurrido la semana pasada, cuando un grupo de venezolanos se manifestó afuera del Disney Concert Hall por los acontecimientos de violencia en esa nación, y en busca del apoyo del maestro Gustavo Dudamel, director de la Filarmónica de Los Ángeles, de nacionalidad venezolana.
Pero anoche no hubo otro ruido que no fuera el de los instrumentos. Sin embargo una cosa fue distinta. En esta ocasión, no se permitieron entrevistas con ninguno de los integrantes de OSSBV para evitar preguntas que no tuvieran que ver con lo que vinieron hacer a Los Ángeles: pura música.
“Estamos muy orgullosos y muy contentos”, dijo Diane Paul, directora de la Asociación de la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil). “Vamos a poder escuchar a nuestros estudiantes tocar junto a esta gran orquesta Simón Bolívar”.
Paul destacó la importancia de ambas orquestas y la inspiración que ha sido para ‘LA Phil’, ‘El Sistema’, el programa de enseñanza musical del cual se tomó la idea para crear YOLA.
Ambos, como un impulso para fomentar en los niños —provenientes de familias con bajos recursos— el gusto por la música.
Y ahí estaban los jóvenes participando en este concierto que hace parte del Festival Tchaikovsky, realizado por LA Phil.
La primera interpretación fue Marche slave, Op. 31, conducida por el maestro venezolano Jesús Parra y la segunda Sinfónia No2, conducida por Bruce Kiesling. La tercera, que tuvo el toque latino, Conga del fuego nuevo, conducida por Parra.
“Es la primera vez que los estudiantes de YOLA tocarán una sinfónica completa, eso es algo muy especial”, comentó Deborah Borda, presidente y CEO de la Asociación de la Filarmónica de Los Ángeles, poco antes del inicio del programa musical.
Borda aprovechó también para hacer un reconocimiento en público, al maestro José Antonio Abreu, fundador director de la orquesta Simón Bolívar y de El Sistema.
“Gracias maestro por su visión, por su sueño de trabajar tan profundamente con la comunidad”, le expuso Borda.
Para Magy Hernández, de 13 años de edad, estudiante de YOLA, interpretar esa complicada sinfonía tuvo un gran mérito.
“No estoy nerviosa, más bien me siento muy orgullosa de lo que he logrado”, expresó la joven, quien toca la viola.
Aunque sin entrevista, algunos de los integrantes de la Simón Bolívar, parecían estar entusiasmados por su actuación.
Entre sus repentinas conversaciones, algunos hablaban de música, otros de sus experiencias en esta ciudad y nadie comentaba, al menos no en ese lugar, de algún acontecimiento en su país natal.
Todos parecían disfrutar de la experiencia de tocar en esta ciudad. Muy ausentes de los discursos, de las diferencias políticas y de la violencia en su país.
“Es la segunda vez que estas dos orquestas tocan juntas”, dijo Borda. “Y nos da gusto tener tantos invitados especiales, que son parte de la familia de El Sistema, y parte de nuestra familia”.