Obama en tensión por referéndum de Crimea

El presidente de EEUU espera en silencio el resultado y la reacción rusa

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Crédito: EFE

WASHINGTON, D. C. (EFE).— El presidente de EEUU, Barack Obama, optó ayer por esperar en silencio el referendo en Crimea, cuya celebración no ha podido evitar pese a los esfuerzos diplomáticos, y la reacción rusa tras esa consulta para decidir sobre los próximos pasos, que podrían incluir duras sanciones contra Rusia.

Obama no ha dejado de referirse prácticamente ningún día durante esta semana al referendo que la república autónoma ucraniana de Crimea llevará a cabo este domingo sobre su reunificación con Rusia y que tanto EEUU como sus aliados en Europa consideran “ilegal”.

Ayer el equipo de seguridad nacional del Presidente volvió a reunirse en la Casa Blanca para analizar la crisis en Ucrania y, aunque Obama no estuvo presente, se mantiene “regularmente informado” de los últimos acontecimientos, de acuerdo con un alto funcionario.

La voz cantante por parte de Estados Unidos la llevó ayer sábado la representación estadounidense ante la ONU, donde la embajadora Samantha Power arremetió duramente contra Rusia tras el veto en el Consejo de Seguridad a una propuesta de resolución occidental contra el referéndum previsto en Crimea.

“Rusia tiene el poder de vetar la resolución, pero no puede vetar la verdad”, denunció Power.

De los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, 13 apoyaron el texto impulsado por Estados Unidos y respaldado por toda la Unión Europea (UE) y otros países como Japón y Turquía, mientras que Rusia ejerció su derecho al veto y China se abstuvo.

Power destacó que el resultado de la votación demuestra que Rusia está “aislada, sola y equivocada”, al tiempo que acusó al Kremlin de ignorar las leyes internacionales y de basar todos sus argumentos en falsedades.

Rusia “está sola” en su negativa a reconocer “la soberanía de Ucrania”, comentó en la misma línea en Twitter el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes.

La Casa Blanca no emitió ninguna declaración sobre la entrada de tropas rusas en el sur de Ucrania denunciada ayer por Kiev, pero la embajadora Power alertó de que, en caso de confirmarse, representaría “una escalada escandalosa” de la crisis.

Mientras, desde Kiev un grupo bipartidista de ocho senadores estadounidenses que viajó hasta allí para mostrar su apoyo al Gobierno interino de Ucrania prometió sanciones económicas si el Kremlin no da marcha atrás en esta crisis y lanzó duros ataques contra el presidente ruso, Vladímir Putin.

“Hay una única persona responsable de esta agresión y es Vladímir Putin. Si hay más derramamiento de sangre también será la única persona a la que pedir cuentas”, advirtió el senador Ron Johnson, republicano por Wisconsin.

Por su parte, los senadores John McCain (republicano por Arizona) y Dick Durbin (demócrata por Illinois) se pronunciaron a favor de que EEUU evalúe el envío de armas para apoyar a las tropas ucranianas.

En cuanto al apoyo económico a Ucrania, el debate en el Congreso estadounidense sobre si vincular o no un plan de ayuda a la ratificación de la reforma del sistema de cuotas del FMI ha ralentizado el avance de un paquete de mil millones de dólares para Ucrania, cuya aprobación es improbable antes de final de mes.

La semana pasada Obama sí aprobó, mediante una orden ejecutiva, sanciones contra funcionarios e individuos, algunos de ellos rusos, “responsables o cómplices en la amenaza a la soberanía y la integridad territorial” ucranianas.

Y su secretario de Estado, John Kerry, sostuvo en una audiencia ante el Congreso que, si Rusia no abandona sus intenciones de anexionarse Crimea tras el referéndum, la UE y EEUU responderán con medidas “muy serias” este mismo lunes.

De hecho, las siete grandes potencias integrantes del G7 (Japón, Canadá, Francia, Estados Unidos, Italia, Alemania y Reino Unido) se disponen a expulsar a Rusia del denominado G8 por su papel en el conflicto de Ucrania, de acuerdo con el semanario alemán Der Spiegel, que se remite a círculos gubernamentales de Berlín.

La propuesta procede del Gobierno británico, que se dispone a organizar un encuentro en Londres del G7 alternativo a la cumbre del G8 programada para celebrarse en la ciudad rusa de Sochi.

Mientras, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, viajará a Polonia y Lituania a partir del lunes para abordar con los mandatarios de esos países y los de Estonia y Letonia cómo apoyar la soberanía e integridad territorial de Ucrania en el marco de la crisis con Rusia.

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