Nueva York tiene estancada su agenda migratoria
Decenas de protestas por parte de inmigrantes y organizaciones comunitarias se han realizado en las escalinatas de la Alcaldía de Nueva York. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Mariela Lombard< / person>
Nueva York – Cuando parecía olvidada, la propuesta de ley para que inmigrantes indocumentados soliciten licencias de conducir sumó el respaldo de la organización Transportation Alternatives, que promueve el uso del transporte público,y The Worker’s Justice Center of NY, entidad pro trabajadores agrícolas del norte del estado.
El apoyo de esta última es clave por el área donde opera ya que puede sumar el respaldo de residentes y legisladores de Albany, Kingston y Rochester.
El senador José Peralta (D-Queens) argumenta que su propuesta de licencia para indocumentados aborda dos asuntos críticos, “oportunidad económica y seguridad en las calles, y por eso el apoyo a esta legislación seguirá creciendo”.
Sin embargo, hasta ahora ese no ha sido el caso. Las dos principales legislaciones migratorias presentadas, el Dream Act y las licencias para indocumentados, se han estancado en la legislatura a pesar que Nueva York es un estado demócrata y progresista.
Ambas propuestas han sido introducidas más de una vez pero según expertos, ni los políticos ni los activistas han sabido articular su importancia económica.
“Los legisladores latinos han fallado, no crearon un movimiento, y las organizaciones tampoco hicieron muy buen trabajo promocionándolas”, criticó el experto en política neoyorquina Jaime Estades. “Yo quisiera ver al gobernador (Andrew) Cuomo apoyando el Dream Act con el mismo megáfono de De Blasio”, aseveró, refiriéndose al apoyo del alcalde al ID Municipal.
Esteve Choi, director ejecutivo del New York Inmigration Coalition, una de las principales organizaciones al frente de la agenda migratoria local, informó que entre las nuevas estrategias está atraer el apoyo de jurisdicciones de Upstate.
En cuanto a las licencias, dijo que el intento del exgobernador Eliot Spitzer dejó “cicatrices políticas” que han sido difíciles borrar. “Él quiso imponer (la propuesta) por medio de una orden ejecutiva, y muchos temen que se trate de hacer lo mismo nuevamente”.
