¿Abrazará el papa Francisco a Israel?

Los viernes en Israel se asemejan a los sábados en la sociedad americana. Prácticamente, es el comienzo del fin de semana. Los periódicos tienen ediciones especiales para sus lectores que disponen de tiempo extra, contrario a otros días.

Uno de los periódicos más estimados y leídos en el citado país es el Jerusalem Post. Lleva varios días publicando notas y columnas de reflexión sobre la próxima visita del papa Francisco. En casi todas, se refleja una idea. Dan la bienvenida a tan ilustre personaje, pero no dejan de pasar la factura de la historia. Sigue presente el rechazo por parte del Cristianismo, y en concreto de las autoridades, la represión de veinte siglos. Inquisición, gettos pogroms, expulsiones, conversiones forzadas y un largo etcétera. Las afrentas no las han olvidado.

Pero también señalan un comienzo en el cambio de actitudes. Y lo es la declaración Nostra Aetate (En nuestro Tiempo) del Concilio Vaticano II en la cual se exoneraba a los judíos de toda culpa por la muerte de Cristo. Anteriormente, San Juan XXIII había sacado de la liturgia del viernes santo la oración “por los pérfidos judíos”

Pablo VI, el papa que firmara la declaración Nostra Aetate vendría a Tierra Santa en 1964. Sería la primera vez que un pontífice hiciera tal viaje_. Pero, en esa ocasión, no visitó a Israel. Se conformó con la visita al Huerto de los Olivos, el Santo Sepulcro en Jerusalén y el Monte de las Bienaventuranzas, lugares que estaban bajo la jurisdicción política de Jordania. Poco más de 9 horas duró tal visita. No pronunció la palabra Estado de Israel en ningún momento.

Hace 14 años, Juan Pablo II repitió la visita, pero esta vez fueron varios días. El encuentro estaba marcado por el reconocimiento de Israel como Estado, dentro del espíritu de diálogo, visitando dos lugares sagrados para los judíos, el Muro de los Lamentos y Yad Vashem, el memorial del Holocausto.

Francisco viene por menos días, pero las expectativas son mayores así como los retos. Todos los periódicos, este fin de semana, lo tienen en sus páginas. Entre las novedades figura que viene acompañado por un rabino y un imán musulmán. Sin embargo lo más importante, lo que se hace extraño a la sociedad israelí es que en su programa figura una visita a la tumba de Teodoro Hertz, el fundador del movimiento de liberación nacional judía. Yad Vashem, Muro de los Lamentos, tumba de Teodoro Hertz. Ningún papa anterior había tenido estos gestos.

“Un papa sensible, expresivo y cariñoso está de camino hacia Tierra Santa para darle un abrazo a Israel. Un proceso de reconciliación entre el pueblo judío y la Iglesia Católica, que comenzó hace cincuenta años, continúa vivo” (Jerusalem Post)