La salida de Shinseki abre camino a reformas en VA (video)

Republicanos buscan sumar puntos políticos tras escándalo

La falta de atención médica a veteranos de guerra ganó la atención de gobierno y legisladores al denunciarse la muerte de al menos 40 veteranos.

La falta de atención médica a veteranos de guerra ganó la atención de gobierno y legisladores al denunciarse la muerte de al menos 40 veteranos. Crédito: Archivo / Getty

WASHINGTON.- La renuncia de Eric Shinseki al frente del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) es apenas el comienzo de las urgentes reformas para corregir los problemas sistémicos de una atribulada agencia federal que, en su fijación con los números, dejó morir a al menos 40 excombatientes.

Las largas demoras para ser atendidos en los centros médicos para veteranos, no son un nuevo fenómeno en sí ?aunque éste empeoró en 2013- pero reflejan, según líderes republicanos críticos de la Administración Obama, la mala gestión y débil liderazgo que viene arrastrando la VA desde hace décadas.

Por ello, la dimisión de Shinseki este viernes, que el presidente Barack Obama aceptó a regañadientes, es tan solo una pieza de la ingente labor para reformar la extensa burocracia de la VA. Una tarea de “borrón y cuenta nueva” que, por el momento, recaerá en el “número 2” y ahora director interino de la VA, Sloan Gibson.

“Este asunto ha despertado conciencia sobre los retos que afrontan los veteranos, desde su cuidado médico hasta el empleo… Todos tienen que poner de su parte, porque la crisis de cuidado de salud que experimentan nuestros veteranos es apenas un ejemplo” de los problemas en EEUU, dijo a La Opinión Lida Citroen, activista y autora de un libro sobre la transición civil de los veteranos.

Indignados por las listas secretas y falsificación de datos para ocultar las demoras, los políticos, tanto demócratas como republicanos, exigen rendición de cuentas y reformas.

Los republicanos, en particular, han encontrado un elemento más para atacar a la Administración Obama, de cara a los comicios del próximo 4 de noviembre, en los que están en juego el control de ambas cámaras del Congreso, 34 gobernaciones y varios cargos locales y estatales.

El “abandono institucional” de los veteranos y la “sistémica mala gestión” continuarán si no se ponen en marcha reformas, advirtió hoy el senador republicano por Florida, Marco Rubio, autor de la iniciativa S.2013 para mejorar la transparencia de la VA y facilitar despidos de funcionarios incompetentes.

Una medida similar ya fue aprobada por la Cámara de Representantes.

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El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, no da tregua a Obama.

La renuncia de Shinseki “no absuelve” a Obama de su responsabilidad de corregir los problemas de la VA, porque “mientras no presente una visión y un plan eficaz para responder a la enorme disfunción de la VA, el anuncio de hoy en realidad no cambia nada”, argumentó Boehner.

Pero la debacle de la VA se germinó en el Congreso, que deberá apoyar esas reformas, indicó Peter H. Schuck, profesor emérito de la Universidad de Yale, en una carta de opinión publicada en el diario The Washington Post.

Aunque el Congreso ha duplicado el presupuesto anual de la VA en la última década, a unos $162,000 millones este año, esa suma no abarca las necesidades de una agencia federal abrumada por una creciente demanda de servicios, según Schuck.

Esa demanda creció de forma exponencial en los últimos cinco años, con el regreso de decenas de miles de veteranos desplegados en Irak y Afganistán.

La VA surgió en 1930 de las cenizas de su antecesor, el Buró de Veteranos, creado en 1921 y que estuvo plagado de funcionarios corruptos.

Poco antes de presentar su renuncia, Shinseki, un condecorado y lisiado veterano de guerra, ofreció un sentido “mea culpa” público por el escándalo y reconoció que se confió de funcionarios que le entregaron informes “engañosos”.

Aunque comenzó a tomar medidas correctivas, despidiendo a funcionarios implicados en el escándalo, Shinseki cedió a las presiones de políticos y grupos de veteranos que pedían su cabeza.

La pregunta del millón es si, eliminada la “distracción” que suponía Shinseki, la VA pondrá en marcha reformas para evitar más tragedias, y si este asunto aún tendrá oxígeno y servirá de arma electoral en noviembre.

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