Editorial: Un presupuesto positivo
El presupuesto en general es positivo, a pesar de la insistencia con el tren rápido
El gobernador de California, Jerry Brown. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person>Aurelia Ventura< / person>
La aprobación del presupuesto estatal se caracterizó este año por el optimismo originado en una bonanza que permite tener una reserva de emergencia, pagar deudas y ampliar gastos en áreas sociales que sufrieron recortes en el pasado.
El mérito de la rapidez con que se aprobó el plan de gastos del período 2014-15 también pertenece a los votantes, quienes con la Proposición 25 de 2010 facilitaron el proceso del presupuesto, al permitir que pase con una razonable mayoría mínima en vez de dos tercios de los votos.
Claro, la gran diferencia la hizo el aumento de ingresos en las arcas estatales, lo que condujo a un debate entre el deseo del Gobernador Brown de guardar fondos de reserva y los demócratas que quieren reponer el dinero recortado, y los que promueven iniciativas importantes como la propuesta del senador Darrel Steinberg para amplia la prescolaridad y pre-kinder.
Steinberg no obtuvo los mil millones de dólares que pedía, pero sí 264 millones que, combinados a programas existentes, pueden cubrir hasta a la mitad de los niños de 4 años de edad en California.
Lo bueno es que se hayan incluido 180 millones de dólares para pagar el tiempo extra de quienes cuidan ancianos o personas discapacitadas que todavía residen en sus hogares.
Lo sorprendente es que dentro del presupuesto se haya prohibido a los distritos escolares hacer un fondo de reserva. O sea, lo que es bueno para el estado es malo para la educación. El que Sacramento le quite la independencia en el manejo de presupuesto a las autoridades escolares —cuando les está dando más dinero— no es bueno para la educación.
El presupuesto en general es positivo, a pesar de la insistencia con el tren rápido. El plan de gastos continúa la visión de Brown de un equilibrio entre la solidez fiscal y la inversión humana.
