No dejes pasar ese esguince de tobillo
Los esguinces en el tobillo son ese tipo de lesiones que no atendemos... hasta que aparecen sus consecuencias en el mediano plazo.
Los esguinces en los tobillos son las lesiones más habituales al practicar deporte y en la vida diaria. Suceden cuando el tobillo se tuerce hacia dentro o hacia fuera más de lo normal, lo que produce una distensión o rotura de los ligamentos y un dolor intenso.
Generalmente son lesiones fáciles de resarcir, pero debes de seguir el tratamiento adecuado para curarlo definitivamente y que no se repita cada cierto tiempo.
Según el daño que haya producido la torcedura del tobillo será el grado del esguince. El de grado I es un esguince leve consistente en una distensión de los ligamentos que origina una hinchazón mínima y su tiempo de recuperación no supera las dos o tres semanas.
En un esguince de grado II, hay rotura parcial de ligamentos y se recupera en cuatro o cinco semanas. Se reconoce porque el tobillo se inflama inmediatamente de sufrir la torcedura.
El tipo más grave de esguince es el de grado III. La rotura de ligamentos es mayor que en el anterior tipo pero no requiere intervención quirúrgica. Aunque el tiempo de recuperación es más largo para que cicatrice el ligamento, puede llegar a alcanzar los tres o cuatro meses. En estos casos, el médico hará una radiografía para asegurarse de que no hay rotura de huesos, ya que los síntomas son muy parecidos.
Antes que nada, para evitar en lo posible la hinchazón, aplica hielo en la zona lesionada y pon el pie en alto. Es necesario que guardes reposo durante los primeros días. Para dormir, sitúa un cojín debajo del pie colocándolo ligeramente por encima de la cadera.
Cuando tengas que andar durante la primera etapa, ayúdate de una o dos muletas, según lo puedas apoyar el pie. Toma baños de contraste en el tobillo por la mañana y al finalizar el día: primero introduce el pie en el agua caliente durante 6 minutos. Después, cambia rápidamente al agua enfriada con hielos durante 3 minutos y ve alternando durante 30 minutos. Esto activa la circulación, reduce la inflamación y acuden, a través de la sangre, nutrientes y fibras que ayudarán a recuperar los tejidos rotos.
Según la European Pain Federation EFIC, debes hacer ejercicios diarios: sentada, estirando tu pierna, mueve el tobillo en círculos hacia derecha e izquierda, adelante y atrás. Después, para fortalecer los músculos, con la pierna estirada pasa una toalla por la planta del pie y tira hacia ti. Para recuperar el equilibrio, parada sobre el tobillo afectado flexiona la rodilla bajando y subiendo 10 veces. Termina por caminar lentamente y aumenta la actividad con el tiempo.