Crisis de niños migrantes ‘es el Katrina de Obama’
Especial niños migrantes: El desastre en la frontera sur paralizó la agenda del presidente para el resto del año y debilitó su influencia
WASHINGTON, D.C.— La crisis humanitaria en la frontera sur, que según algunos líderes republicanos se ha convertido en el “Katrina” del presidente Barack Obama, prácticamente ha paralizado su agenda para el resto del año, debilitando aún más su influencia política, según expertos.
Durante un discurso político de media hora en Austin (Texas) para promover su agenda económica Obama admitió este jueves que lo “vuelve loco” que los republicanos del Congreso continúan obstaculizando sus planes para ayudar a la clase media.
En las últimas semanas, Obama ha querido moldear la narrativa de su segundo mandato y avanzar en asuntos como la educación, los empleos y más inversiones en la infraestructura.
Sin embargo, la crisis de los niños migrantes centra la atención del Capitolio, y sigue generando ataques de los republicanos porque Obama se niega a visitar la frontera.
El gobernador republicano de Texas, Rick Perry, afirmó el miércoles que la crisis se ha convertido en el “Katrina” de Obama, aludiendo a las críticas que recibió en 2005 el presidente George W. Bush porque no visitó la zona anegada por el huracán con ese nombre en Luisiana y solo la sobrevoló en el Air Force One.
Obama, que en 2008 criticó a Bush tras Katrina, responde que está “íntimamente al tanto” de la situación en la frontera y que no le interesan fotos protocolares.
En declaraciones a La Opinión, Daniel Scarpinato, portavoz nacional del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC) afirmó que, frente a cualquier crisis, Obama “prefiere buscar culpables” y atender eventos políticos y de recaudación de fondos.
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“Sus niveles de aprobación se están hundiendo y no hay dinero del mundo que salve a los demócratas en los comicios de noviembre, si siguen defendiendo su fallido liderazgo y políticas desconectadas de la realidad”, sentenció.
Otros líderes republicanos, como el senador texano Ted Cruz, o el presidente de la Cámara Baja, John Boehner, se quejan del estilo “imperial” de Obama, por el rosario de órdenes ejecutivas que ha emitido ante el estancamiento de su agenda en el Legislativo.
La Casa Blanca replica que no habría necesidad de emitir órdenes ejecutivas si el Congreso sometiera a voto medidas que ayudarían a la comunidad hispana, como un aumento al salario mínimo federal o la escurridiza reforma migratoria.
Con la paciencia agotada, una agenda paralizada y una oposición que busca desautorizarlo, Obama ha recurrido a órdenes ejecutivas que, no obstante, no tienen el alcance ni la permanencia de leyes aprobadas por el Congreso.
Precisamente para destacar el “año de acción” prometido por Obama, la Casa Blanca divulgó este jueves un informe actualizado sobre las más de 40 medidas que éste ha adoptado desde enero pasado para fomentar las oportunidades económicas para la clase media.
Obama no solo afronta una tasa de aprobación en pique, sino también a una oposición republicana decidida a bloquear su agenda e incluso a demandarlo en corte por las acciones ejecutivas.
Ante la crisis en la frontera, también afronta críticas de grupos progresistas y de aliados demócratas en el Congreso, como el legislador texano Henry Cuéllar.