El liderazgo republicano pierde el control
Reina el caos en el debate por fondos de emergencia para la frontera
WASHINGTON, D.C.? Los jerarcas republicanos de la Cámara de Representantes creyeron que tenían garantizada la aprobación de un paquete de fondos para la crisis en la frontera sur, pero los ultraconservadores del “Tea Party” provocaron el caos y retrasaron sus vacaciones de verano.
El presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, y el resto de su bancada se reunieron de emergencia a puerta cerrada en el sótano del Capitolio para elaborar una estrategia que permita este viernes la aprobación de $659 millones para la frontera.
Pero, al salir de la reunión, los republicanos aún no tenían los 218 votos necesarios, o mayoría simple, para lograr la aprobación del plan.
El legislador republicano por California, Darrell Issa, confía en que hoy se logrará la ansiada aprobación.
Los republicanos se reunirán nuevamente en privado a partir de las 9:00 a.m. hora local, con el objetivo de someter a voto el plan.
Fuentes legislativas republicanas y demócratas, que pidieron el anonimato, describieron a La Opinión un ambiente de “caos” tras la rebelión de los conservadores, que exigen medidas más estrictas contra los indocumentados.
La derrota de ayer no solo dejó al descubierto las fisuras entre ultraconservadores y moderados sino también la incapacidad de Boehner de mantener el control y la disciplina de su propio partido, según observadores.
Algunos legisladores, de hecho, ya iban camino al aeropuerto para regresar a sus distritos para el receso de cinco semanas, pero tuvieron que regresar para ayudar a reunir los 218 que se requieren.
El entrante líder de la mayoría republicana, el californiano Kevin McCarthy, fue abucheado por algunos legisladores cuando avisó desde el pleno que había la posibilidad de votos adicionales.
La minoría demócrata ya había dejado en claro que no apoyaría la propuesta republicana.
La propuesta republicana contiene elementos como el despliegue de la Guardia Nacional a la frontera, más vigilancia fronteriza y cambios a una ley federal de 2008 para agilizar las deportaciones de niños migrantes que no tengan casos válidos de asilo.
Pero eso no es suficiente para el ala más conservadora del Partido Republicano.
En un guiño a los conservadoras, la republicana por Tennessee, Marsha Blackburn, presentó un proyecto de ley para impedir que el presidente Barack Obama amplíe DACA. Pero tampoco esa medida pudo someterse a voto.
El Senado alista un voto para su propia versión de fondos por $2,700 millones.
No está claro que el Congreso encuentre una solución consensuada, si se considera que las dos propuestas son muy distintas y ningún partido parece dispuesto a hacer más concesiones.