‘Ma, plánchame la camisa’

Madres que sobreprotegen a sus hijos

Hay mujeres que tratan de llenar un vacío emocional con sus hijos.

Hay mujeres que tratan de llenar un vacío emocional con sus hijos. Crédito: Shutterstock

Cuando somos niños, nuestra madre se encarga de todo lo que necesitamos, desde prepararnos la comida, a llevarnos a la escuela y lavarnos la ropa. Pero a medida que pasan los años, nos vamos independizando. Sin embargo, en algunos casos, este momento parece nunca llegar.

¿Quién no tiene un tío o un amigo que hace rato pasó los 20, y que su mamá todavía se levanta temprano para prepararle el desayuno y plancharle la camisa, antes de ir a la oficina?

A todos nos gusta que mamá nos mime, sin importar la edad. Nunca se es demasiado viejo para apreciar las galletas que sólo ella sabe preparar, o para correr a llorar en sus brazos en busca de consuelo, cuando la vida nos muestra su lado oscuro.Pero si ya soplaste las 20 velitas hace varios años, y tu madre se sigue levantando temprano para prepararte el desayuno y plancharte la camisa antes de ir trabajar, ha llegado la hora de abrir tus alas, y empezar a colaborar.

“Muchas mujeres tratan de llenar sus necesidades emocionales sobreprotegiendo a sus hijos”, explica la doctora Liliana Cabouli. La experta da como ejemplo los casos de mujeres a los que los maridos no les prestan atención.

“La sobreprotección, en realidad es un acto de egoísmo, en el sentido que le corta al niño la capacidad de crecimiento”, explica. “Estas madres están criando a una persona inútil, que no puede valerse por sí mismo”.

Entre la población inmigrante, que tiene que trabajar duro para salir adelante, los jóvenes sobreprotegidos sienten que están recibiendo de sus padres el “pan de la vergüenza”, porque lo que tienen no se lo han ganado con su trabajo. La doctora indica que alrededor de los 12 o 13 años, los niños ya están preparados para actuar de manera independiente.

Cabouli aconseja a las madres que cuando eduquen a sus hijos varones piensen en ellas mismas, y si hubiesen querido tener un marido que ni siquiera sabe prepararse un huevo. “Estos hijos sobreprotegidos, algún día serán los esposos de otras mujeres, que tendrán que hacerles todo”, indica.

Un viejo cuento relata la historia de una madre sobreprotectora que tenía dos hijos, un varón y una mujer, ambos casados. Hablando con la vecina, la madre describía así a su nuera y su yerno.

“Mi hija mujer tuvo mucha suerte. Su marido la ayuda en todo. Mi yerno le prepara la comida, la ayuda con las tareas de la casa, con los chicos y hasta le lava la ropa.

“En cambio, mi hijo pobrecito, se casó con una mujer que lo hace hacer de todo. El pobre tiene que preparar la comida, ayudarla con las tareas de la casa, con los chicos y hasta le lava la ropa”.

Si alguna vez has tenido alguno de estos comportamientos, o lo consideraste seriamente pero tu esposo te dio un ultimátum si lo hacías, es hora de que te encuentres un hobby, un segundo empleo o un amante, y dejes que tu hijo aprenda de sus propios errores.

  • Le pagaste a un “hacker” para que cambie las calificaciones de tu hijo en la computadora de la escuela preparatoria, así lo aceptaban en el colegio.
  • Desde que tu hijo se fue a estudiar a la universidad, llamas todas las semanas al decano, para preguntarle por sus calificaciones.
  • Lo acompañaste a su primera entrevista de trabajo, para poder responder a todas las preguntas que le hizo el reclutador.
  • Te instalaste una semana en la casa de tu hijo, cuando él llegó de su luna de miel, para mostrarle a tu nuera cómo limpiar la casa, plancharle las camisas y prepararle la comida.

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