Alejandra Guzmán deja atrás tragedias y disfruta de la vida

Si Alejandra Guzmán no hubiera estado al borde de la muerte, quizá hubiera celebrado sus 25 años de carrera con fiestas, entre cientos de amigos y con bombos y platillos.

Sin embargo, no se piense que por eso la celebración ha sido de bajo perfil.

“Lo festejo cada día que me levanto; cada día lo agradezco, y cada día estoy más feliz de estar viva y de estar bien”, dijo la rockera mexicana en alusión a la crisis de salud por la que pasó hace un par de años debido a complicaciones relacionadas con un procedimiento cosmético en los glúteos.

Luego de largos tratamientos, una prótesis en la cadera y terapias, la artista dice que ha podido recuperar la salud casi totalmente. Esto lo atestigua su gira :La Guzmán 1F”, que ya recorrió nueve ciudades de Estados Unidos.

La intérprete asegura que su gira, que inició a principios de este año, ha tenido un éxito rotundo, pero que este acontecimiento no ha sido fortuito.

“[Se debe] a que tuve que vivir casi la muerte […] A que estoy mostrando mis heridas, y eso es lo que inspira otra gente, que de repente le hace falta un empujoncito”, dijo. “Lo que a uno le pasa lo convierte en música, y a mí me gusta convertir en positivo lo que me ha pasado últimamente”.

Al momento de esta conversación, Guzmán se encontraba en Ciudad de México grabando unos temas para incluirlos en lo que sería una segunda edición de “La Guzmán— En Primera Fila”, que será lanzado este mes, su material más reciente.

Pero, pase lo que pase, nada amedrenta a la intérprete y su más reciente gira así lo demuestra.

“A mí me gustan los retos y cantar en diferentes lugares, y esta gira ha sido la más grande, la más llena, la que más exitosa ha sido”, describió. “Y he ido a lugares donde nunca me habían visto cantar. [Pero] para eso te sirven las tablas, y yo tengo 25 años cantado; entonces, donde me pongas mamacita. Yo amo lo que hago y me gusta entregar el alma, y el show trata de mi historia y de la lucha de vida en la que estoy, en la que vivo”.

Eso quiere decir que no se verá a una Alejandra Guzmán mermada.

“Yo soy feliz bailando; yo volví a bailar después de no poder ni caminar”, sostuvo. “Me cambiaron la cadera, tengo un prótesis de titanio y ahora bailo más bonito; ahora bailo con el alma”