¿Qué los hace súper?
Los siguientes alimentos están cargados de antioxidantes, fibra soluble y prebióticos
¿Alimentos o superalimentos? En realidad, los ingredientes no han ganado propiedades; pero a muchos se les cataloga como superalimentos después de que algunos estudios comprueban sus aportes y mejoras en la salud.
Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria de Ciudad de México, indica que no se necesita evidencia científica para saber que los ingredientes menos procesados son mejores.
“Las clasificaciones más recientes responden a las necesidades más emergentes de la humanidad. Son catalogados como superalimentos los que combaten sobrepeso, obesidad, estrés, afecciones por tabaco o primeras causas de muerte, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, tumores malignos y cáncer.
“Hace 10 años a la lenteja, la baba de nopal, la baba de linaza, la chía o la quinoa no se les había puesto el interés. Ahora su venta es impulsada gracias a evidencias científicas”.
“Aunque hay muchas listas de superalimentos (basadas en zonas geográficas, clima o cultura), en general, los productos incluidos cuentan con gran carga de antioxidantes, fibra soluble, prebióticos, etcétera”, explica Ponce.
Su poder benéfico depende también de la frecuencia de consumo y las condiciones de preparación. Ningún alimento por sí mismo ocasiona o cura enfermedades.
“Debe tomarse en cuenta la interacción de un alimento con otros o con fármacos, algunos inhiben propiedades. Igualmente, calcio, hierro y zinc compiten por ser absorbidos en el intestino; no es lo mismo fuera del cuerpo que dentro, a eso se le llama biodisponibilidad y cambia en cada individuo. La alimentación que beneficia a tu cuerpo es la que se adecua a todos los factores”, destaca.
Aguacate: Puede consumirse como fruto o en aceite porque el aporte viene de su grasa. Puede sustituir a la mantequilla y agregarse a cualquier preparación en crudo. Usa el aceite para aliñar ensaladas o pastas.
Amaranto: Evita las alegrías, es mejor reventado sin azúcar o en harina. Lo ideal son cuatro cucharadas soperas diarias y procura igualmente las hojas y el tallo: huauzontles. Es un buen sustituto de la avena.
Chía: En seco o remojada, aunque al humedecerse se potencia su poder antioxidante y destaca su fibra soluble. Agrégala a fruta fresca, licuados con agua o leche y en la panificación de productos integrales.
Nopal: La baba contiene los nutrientes. Fresco en licuados, crudo, asado o cocinado, aporta mucho más que en tortillas, cápsulas o bebidas. Es importante consumirlo de inmediato tras su preparación.
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