La intuición, tu gran aliada

La mezcla de aprendizaje y experiencia nos brinda herramientas para tomar buenas decisiones.

La intuición se desarrolla al equilibrar el cerebro y el corazón.

La intuición se desarrolla al equilibrar el cerebro y el corazón. Crédito: Shutterstock

Para bien o para mal, algunas de las decisiones que tomamos en la vida son producto de la intuición, ese sexto sentido que tanto se les atribuye a las mujeres, pero que no es exclusivo de ellas, y que la mayoría del tiempo es muy atinado.

No se trata de un acto de magia, sino que es el resultado de todas las experiencias que hemos vivido, de la forma en que aprendemos a observar y a detectar las emociones que se relacionan con cada una de estas vivencias. La intuición se manifiesta cada vez que sentimos esa advertencia interior de no relacionarnos con determinada persona o de tomar un camino en lugar de otro.

Como todas las habilidades que desarrollamos a lo largo de la vida, se gesta en el cerebro, explica el psicólogo Hans Olvera, investigador de la Universidad Iberoamericana, “el cerebro masculino y femenino funcionan de distinta manera, en el primer caso ellos tienen un desfase que privilegia la actividad del hemisferio izquierdo, que da prioridad a las palabras antes que a los sentimientos, que aunque igualmente son capaces de vivirlos no se sincronizan con sus argumentos”.

En el segundo caso, las mujeres sí son capaces de activar simultáneamente ambos hemisferios, el izquierdo que identifica los conceptos de las palabras y el derecho que es donde habitan los sentimientos y las emociones.

“Por eso una mujer es más expresiva tanto en actos como en palabras, en cambio uno de los problemas frecuentes que enfrentan los varones es que difícilmente logran convencer de que sienten amor, porque sus palabras no están reforzadas por su lenguaje corporal, como sí ocurre con ellas”, explica el especialista.

Y a este funcionamiento cerebral es al que le debemos el hecho de que sean las mujeres más intuitivas y en un momento dado puedan ellas mismas o ayudar a que alguien más, a tomar una decisión más certera.

Ciertamente, la intuición es una gran aliada, sin embargo no debe convertirse en la única fuente al momento de elegir un camino en cualquier aspecto de la vida, pues como explica Hans Olvera, el hecho de que una de sus principales referencias descanse en los sentimientos y las emociones puede orillarnos a no ser tan objetivos en alguna situación, y corremos el riesgo de dejarnos llevar por lo que nos genera en este nivel.

A este respecto, dice el especialista, es importante hacer uso de ella pero sin dejar de lado la realidad, la experiencia y sobre todo, no permitir que sean las emociones las que dominen, pues si permitimos que esto ocurra, lejos de convertirla en un apoyo se puede convertir en un problema.

Si partimos de que la intuición es el resultado de la experiencia y el aprendizaje, hablamos de algo que si hasta ahora no hemos tenido, sí podemos desarrollar, tanto hombres como mujeres. Se trata de estar abiertos al análisis de cada una de nuestras acciones, de repasar nuestros resultados, qué hicimos bien para que algo sucediera como lo planeábamos o cuáles son nuestras áreas de oportunidad.

Estar atentos a escuchar experiencias de otras personas, leer, enterarnos de lo que pasa a nuestro alrededor, son algunas de las formas en las que podemos nutrir la intuición y hacer de ella una buena consejera.

Colaboración de Fundación Teletón México

“El compromiso es una decisión, no un acto obligado”

Bojorge@teleton.org.mx

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