Vaticano inconforme por política migratoria en México
Protesta por desalojo de cura que intentaba oficiar misa en la frontera sur
MÉXICO — El Vaticano está molesto con la política migratoria de México y así lo hizo saber en una carta que difundió el Consejo del Episcopado Mexicano después de que un agente del Instituto Nacional de Migración impidió a uno de sus obispos realizar una misa promigrante en la frontera con Guatemala.
El pasado 26 de agosto, el sacerdote Gerardo de Jesús Rivera pretendía recordar el cuarto aniversario de la masacre de los 72 migrantes ocurrida en San Fernando, Tamaulipas, el 26 de agosto de 2010, y a la vez dar aliento a los centroamericanos que cruzan la frontera camino a Estados Unidos.
Llegó a la banqueta de las garitas de aduana del estado de Tabasco, en la frontera entre México y Guatemala, con todo su atuendo de obispo católico, el palio, la mitra y el báculo, presto para la ceremonia, cuando el oficial de migración lo interrumpió frente a una docena de sacerdotes, religiosas e inmigrantes presentes en el lugar.
“Tiene cinco minutos para desalojar”, dijo.
El cura intentó negociar, pero fue inútil y la comitiva religiosa tuvo que oficiar de lado Guatemalteco, en El Petén.
En respuesta a estos hechos, la Santa Sede, a través de la carta firmada por Antonio María Veglio, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes condenó los hechos, envió su “apoyo espiritual” y pidió a las instituciones “nacionales e internacionales” a encontrar caminos justos.
“No podemos olvidar que (en México) desde 2009 hasta 2011 más de 20 mil emigrantes han sido secuestrados en el área de su diócesis fronteriza, por no hablar de todos aquellos que han caído en la red de los traficantes y de los miles de hombres, mujeres y los niños que han perdido la vida”.
Tampoco podemos ignorar que se están intensificando las operaciones para impedir que los emigrantes suban en el tren de carga conocido como “La Bestia”, obligándoles de hecho a elegir rutas alternativas y de mayor riesgo”
El representante del Vaticano aprovechó la coyuntura para dejar clara la postura oficial respecto al tema migratorio.
“En este escenario la tarea de la Iglesia es cada vez más difícil, pero no se detiene y no se asusta”.