GM contará con tecnología “Super Cruise” para 2017
Aunque no es una tecnología de autoconducción, "Super Cruise" toma el control de los autos GM en altas velocidades.
GM introducirá en dos años un modelo Cadillac que puede viajar en la carretera sin que el conductor sostenga el volante o ponga un pie en el pedal.
El modelo Cadillac del 2017 contará con la tecnología “Super Cruise“, que toma control de la dirección, la aceleración y el frenado a altas velocidades como 70 millas por hora o en stop-and-go de tráfico congestionado.
La tecnología se incluirá en “un totalmente nuevo Cadillac que entrará en un segmento donde no competimos hoy”, dijo María Barra, CEO de GM. Barra se negó a dar el nombre del modelo que llevará a la función.
GM hará estándar la característica “V2V” en su Cadillac CTS 2017 sedán, que debutará en la segunda mitad del 2016, agregó Barra.
Vehículo a vehículo (V2V) es una tecnología del automóvil diseñada para permitir que los automóviles puedan “hablar” el uno al otro. Los sistemas utilizan una banda de 5.9 GHz aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 1999, la frecuencia sin licencia también es utilizada por WiFi.
La característica de Super Cruise estará en un modelo diferente de Cadillac y va más allá de una tecnología, que es algo similar, y está disponible en algunos modelos de Mercedes Benz que sólo operan a bajas velocidades.
La tecnología Super Cruise de GM no es un vehículo de autoconducción: la función requerirá a los conductores permanecer alertas y listos para tomar el volante si las condiciones de tráfico llegan a ser demasiado complejas.
Los fabricantes de automóviles de todo el mundo compiten para desarrollar vehículos de autoconducción, para resolver el creciente problema de estancamiento global y ayudar a reducir los accidentes de tráfico mortales.
En la actualidad hay más de 1.1 mil millones de vehículos en las carreteras del mundo, aseguró Jon Lauckner, director de Tecnología de GM.
Un reciente estudio de la Administración Nacional de Seguridad Vial estima el impacto económico y social de los accidentes automovilísticos en los Estados Unidos en más de $870,000 millones al año, agregó Lauckner.