Angels y el “sueño de una noche de verano”
El equipo de Scioscia se levantó en un partido de agosto y desde entonces ha sido casi irreal
Nadie, absolutamente nadie se hubiera podido imaginar que los Angels de Los Ángeles estarían relajándose desde antes del penúltimo fin de semana de la campaña, con el título de la División Oeste de la Liga Americana en la congeladora y esperando a conocer rival para los playoffs.
Cuesta trabajo creerlo porque todavía en la primera mitad de la temporada se dudaba que el equipo tuviera verdaderas aspiraciones de llegar a los juegos de octubre, tras dos años malos en los que era fácil concluir que el ciclo de Mike Scioscia había terminado en Anaheim.
Pero luego, con argumentos o de manera un poco inexplicable, las cosas empezaron a salirle bien al equipo. Los Angels recortaron distancia de unos Atléticos sólidos que lucían listos para escaparse. Y luego llegó el 12 de agosto. Una ofensiva moribunda súbitamente carburó con 11 bateadores pegando en un sexto inning de 7 carreras contra los Filis.
“Gran inning, con muchos hits bateados ya con dos outs”, decía Scioscia tras apenas el segundo triunfo de su equipo en una seguidilla de siete partidos.
Los Angels ganaron ocho de sus siguientes nueve encuentros, y una semana más tarde barrieron a Oakland en una serie de cuatro partidos.
Para el 12 de septiembre, los Angels habían convertido una desventaja de 3.5 juegos en la división a una delantera de 11 juegos.
El miércoles por la noche fue para celebrar en Anaheim. Los Angels vencieron a Seattle y luego vieron en el vestidor cómo los tambaleantes Atléticos perdían en la novena entrada frente a Texas. El noveno banderín divisional se había consumado y los jugadores saltaron al campo a bañarse en champagne frente a algunos miles de fans que se habían quedado en espera de la fiesta.
“Se siente muy, muy bien”, dijo el dueño del equipo, Arte Moreno. “Esto empezó en octubre, y después prepararnos para el entrenamiento primaveral, y aquí estamos. Pero todavía nos queda otra temporada”.
Se trata de la primera celebración de campeonato para Mike Trout, acaso el pelotero más completo del béisbol, y el primero para Albert Pujols desde que es un Angel.
Pero si hay alguien para quien el título debe ser muy dulce, es Scioscia.
“No podría sentirme más orgulloso de estos hombres. Lo que hicieron en los últimos dos meses es increíble”, dijo el piloto, ya con seis campeonatos divisionales en sus 15 años en Anaheim (el equipo logró tres en los 38 años antes de su arribo). “Estos tipos nunca parpadearon, nunca dijeron ‘no podemos’ ”.
Si la temporada terminara como está ahora, los Angels se enfrentarían a partir del 2 de octubre al vencedor del juego de comodines entre los Reales de Kansas City y los Atléticos de Oakland. Pero ese escenario puede cambiar rápidamente si los Reales rebasan a los Tigres de Detroit en su carrera por la División Central. Detroit tiene medio juego de ventaja y se mide a Kansas City a partir del viernes en una serie crucial.
Los Angels tienen por ahora el primer lugar general del circuito, pero Baltimore aparece a 3 juegos, por lo que los californianos no pueden darse el lujo de aflojar.
“Mañana nos vamos a tomar el día”, dijo Scioscia en la celebración del miércoles, admitiendo que el partido del jueves se lo tomarían con calma. “Pero el viernes vamos a venir listos para jugar”.