¿Sabes qué es la criptorquidia?
Te explicamos sobre este problema genital común en los bebés prematuros
Ya sea por razones hormonales o condiciones específicas, hay niños a quienes uno o ambos de sus testículos no les descienden de manera normal hacia el escroto (piel que cubre los testículos).
La condición, conocida médicamente como criptorquidia, se presenta aproximadamente entre el 2 y el 5% de los varones nacidos a término y en el 30% de los bebés prematuros.
Generalmente, la condición es unilateral (85% de los casos) y afecta más que todo al testículo derecho.
Vale a pena aclarar que la criptoquidia no está relacionada con los casos comunes de los testículos bien descendidos que a veces se suben y bajan con facilidad de manera natural.
Cuando el feto se está formando dentro del útero sus testículos crecen dentro del abdomen. Justo antes de nacer, éstos bajan o descienden a través de un conducto (llamado canal inguinal) que está entre la ingle y el abdomen hacia el saco escrotal.
Pero existen varios factores que pueden afectar este descenso, entre ellos la prematuridad, el peso bajo del bebé al nacer, el tamaño pequeño para la edad gestacional, la insuficiencia placentaria y la diabetes maternal.
“Después del parto hacemos una revisión general del bebé para saber que todo está bien, incluyendo una revisión del escroto. Es allí cuando nos damos cuenta si los testículos descendieron o no”, explica el doctor José Ramírez, pediatra de las oficinas médicas de Kaiser Permanente en Gardena, California.
En la mayoría de los casos de criptoquidia el descenso de los testículos sucede por sí mismo durante los primeros 3 o 4 meses de vida del bebé.
Pero de no suceder, se tienen dos tipos de tratamientos que, por lo general, se ofrecen antes de que el bebé cumpla el primer año de edad, señala el galeno.
“Se puede hacer una cirugía llamada orquiopexia, en la cual se hace una pequeña cortadura en la ingle del bebé para bajar el testículo al escroto, y la otra opción es inyectar al bebé con una hormona, promoviendo así la producción de hormonas masculinas, las cuales pueden hacer que el testículo baje hasta su bolsa”, detalla el especialista.
De no ser tratado el testículo no descendido, éste eventualmente no producirá espermas, aumentado así el riesgo de que el niño sea en un hombre estéril en su adultez.
También lo expone a un alto riesgo de padecer cáncer testicular.
Por eso es importante que la cirugía se realice antes de los 18 y 24 meses de edad, ya que médicamente se ha visto una disminución en el riesgo de infertilidad y cáncer testicular