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De “Cortina de Acero” a vil pedazo de fierro

Se buscan respuestas en Pittsburgh tras la derrota contra el peor equipo de la NFL

Los Steelers de Pittsburgh cayeron el domingo contra un equipo que había recibido 56 puntos una semana antes.

Los Steelers de Pittsburgh cayeron el domingo contra un equipo que había recibido 56 puntos una semana antes. Crédito: Getty Images

Lo que ocurre con los Steelers de Pittsburgh es digno de análisis.

Después de la primera cuarta parte de la temporada 2014 se ha confirmado que el que el que era un equipo casi invencible en su estadio, ahora es incapaz de someter a conjuntos de baja calidad.

Aquel sello de fútbol americano básico, sólido y físicoque forjaron los Acereros o, como dicen en Pittsburgh, el “Steeler Way”, es sólo un decir, pues ha desaparecido.

Lo que era una “Cortina de Acero”, mote acuñado a propósito de la mítica defensiva de Pittsburgh, es ahora un vil pedazo de fierro.

Un equipo grande –el máximo ganador de Super Bowls con seis– que ya no es confiable tiene a la segunda mayor base de aficionados del país y de otros países rascándose la cabeza para tratar de encontrar respuestas.

Los Steelers perdieron el domingo en “la Gran Botella de Catsup” (Heinz Field) ante los Buccaneers de Tampa Bay, algo que no había sucedido jamás. Pittsburgh cayó ante un club que la semana pasada perdía 56-0 en el tercer cuarto de su visita a Atlanta.

Los Acereros dejaron ir la victoria al dejar que un quarterback joven y claramente “verde” les movió el balón en una serie final de 33 segundos, culminando con un pase de touchdown con 7 segundos en el tiempo regular.

Discutían ayer en Pittsburgh si esta ha sido la peor derrota de los Steelers como locales desde que abrieron el bonito Heinz Field en 2001. Y no sólo por haber sido contra el peor equipo de la temporada, sino por la manera en que ocurrió.

Pittsburgh jugó con displicencia, con errores mentales, incluyendo muchos de los 13 castigos (para 125 yardas) cometidos por el equipo, y también por la pésima selección de jugadas en los minutos finales cuando no se atrevió a ser agresivo para liquidar el juego.

Esta película se ha venido repitiendo en los últimos años, y es entonces cuando surge la pregunta si los Steelers, el equipo que mueve más aficionados detrás de los Cowboys, necesitan encontrar un nuevo liderazgo; si es que el ciclo del entrenador en jefe Mike Tomlin se ha agotado; si es que ya toca que el legendario coordinador defensivo Dick LeBeau deje el cargo y abra paso a sangre nueva; si es que es tiempo de reinventar la identidad acerera.

“La realidad es que somos un grupo indisciplinado. Recibimos demasiadas penalizaciones”, dijo Tomlin el domingo, muy molesto por la derrota y los castigos.

“Necesitamos corregirlo. Yo tengo que corregirlo. Y lo voy a hacer”.

Esas son las palabras de un entrenador que siente que se le acaba el crédito.

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