¿Hubo xenofobia en el juicio de la oncóloga colombiana en EEUU?

Un congresista colombiano pidió a la Cancillería de ese país una “veeduría internacional” para el caso de la oncóloga Ana María González Angulo, condenada a 10 años de cárcel en Estados Unidos por envenenar en 2013 a su examante.

Así lo expresó el liberal Luis Fernando Velasco en una carta enviada a la canciller colombiana, María Ángela Holguín, en la que sostiene que la científica “ha sido condenada por un delito que no se ha comprobado”.

El congresista alertó que la Fiscalía del caso se dirigía “sospechosamente como ‘a la colombiana’ demostrando con ello la existencia de un juicio preconcebido”.

Por ello, manifestó que “quizá una veeduría internacional u otra figura apropiada sea el camino correcto para seguir el curso de este proceso que se puede calificar de xenofóbico” para que González “no se sienta huérfana de su país”.

Asimismo, el Defensor del Pueblo de Colombia, Jorge Armando Otálora, también le pidió a la Cancillería “revisar, y de ser necesario, acompañar el caso” de la oncóloga.

Otálora indicó que por información de medios, en el caso es posible que haya “insuficiencia de pruebas”.

Y recordó que todavía está pendiente el recurso de apelación por lo que “exhortó” a la Cancillería a “prestar el apoyo necesario a fin de procurar el aporte de todos los elementos legales disponibles para que el derecho a la segunda instancia agote los trámites pertinentes”.

Un jurado de Texas (EE.UU.) condenó este lunes a diez años de cárcel a González Angulo por haber envenenado en 2013 a su examante con una dosis de anticongelante mezclada con el café.

Según la investigación, González, de 43 años, ejercía en el conocido Centro Médico de Texas cuando mantuvo un romance con un compañero de trabajo, el investigador George Blumenschein, quien terminó la aventura amorosa con ella para tener un hijo con su pareja formal.

Cuando la víctima empezó a sentir los efectos acudió a los médicos, que le diagnosticaron una insuficiencia renal que, pese a sobrevivir, le ha dejado secuelas permanentes y le ha ocasionado una sustancial reducción de la esperanza de vida.

Con información de EFE