‘Dracula Untold’, la leyenda que convirtió a Drácula en vampiro
El actor Luke Evans nos muestra el lado más humano de este personaje y cómo se transforma en el monstruo sediento de sangre que todos conocemos

Luke Evans interpreta a Vlad el Empalador, conocido como Vlad III (Vlad Drăculea). Crédito: Universal
Sí, lo sabemos. Ya hay muchas versiones en el cine sobre Drácula, pero nunca ninguna se ha adentrado en los verdaderos orígenes del personaje de ficción que más películas ha protagonizado en la pantalla grande, después de que el escritor irlandés Bram Stoker lo creara en 1897.
‘Dracula Untold’ (‘Drácula: La leyenda jamás contada’), del debutante Gary Shore y que se estrena este viernes 10 de octubre, te transporta al año 1462 de la mano del actor británico Luke Evans para contarte la historia de Vlad el Empalador, conocido como Vlad III.
“Lo que me gusta de esta historia es que comience con el ser humano, que es un personaje muy fácil con el que identificarse. Tienes que entender que Vlad el Empalador tuvo un pasado muy oscuro [Vlad fue muy sanguinario, ya que le gustaba empalar a sus víctimas, un método de ejecución en el que se atravesaba el cuerpo de las personas con una estaca]. Pero nos encontramos con él en un período muy tranquilo de su reinado; es un padre amoroso y un marido. Sarah Gadon y yo, además del director de la película, Gary Shore, realmente nos queríamos asegurar de que esa relación se sentía absolutamente pura”, confesó Evans.
En este nuevo drama de acción y fantasía, el príncipe de Valaquia, territorio que hoy en día es el sur de Rumania, gobierna Transilvania con su esposa Mirena (Sarah Gadon) y su hijo Ingeras (Art Parkinson), y está decidido a mantener la paz en su país y a proteger a su gente de la dominación del Imperio Otomano.
Aunque las cosas se complican cuando el sultán Mehmed II (Dominic Cooper) exige que Vlad le entregue 1,000 chicos de Valaquia, incluyendo su hijo Ingeras, para convertirse en niños soldados de su ejército. En este momento, Vlad debe decidir si entregar a su hijo al sultán o decrararle la guerra a los turcos.
“Él [Vlad] también lucha por su único hijo, y es una cosa muy bonita. Me gusta bastante, porque atrae otras emociones que no creo necesariamente que vaya con la historia de un hombre convirtiéndose en el mayor vampiro del planeta. Pero funciona, y hace que te preguntes si te gusta y quieres seguirlo, y si lo apoyas cuando hace lo que hace”, dijo el intérprete británico.
Vlad no quiere que su hijo sufra lo mismo que él a los 13 años, cuando fue entregado a los turcos por su padre, que lo enseñaron a luchar y a hablar su lengua. En un intento por proteger a su pequeño, el príncipe se va a la montaña “Broken Tooth”, donde se encuentra con un demonio inmundo, llamado el Maestro Vampiro (Charles Dance).
Los dos hacen un pacto con el diablo, que le da al príncipe la fuerza de 100 hombres y el poder suficiente para derrotar a sus enemigos. Sin embargo, a cambio le condena con una sed insaciable de beber sangre humana, y ahí es cuando lo vemos convertido en Drácula.
“Creo que el aspecto de superhéroe es muy interesante porque es capaz de volar y hacer todas estas cosas muy sobrehumanas. Pero lo que hay que recordar es que todos estos poderes que tiene en esta película no son algo que hemos creado porque estamos haciendo una superproducción de Hollywood”, anotó el actor de 35 años. “Sus poderes provienen del folclore de Europa del Este. Los vampiros eran siempre capaces de transformarse en criaturas de la noche; las criaturas oscuras como los murciélagos y el utilizar la oscuridad en su propio beneficio, siempre se han asociado con los vampiros”.