razonamiento de una Dreamer

Cuando alguien se arriesga a expresar su opinión, los demás quizás nos preguntemos por qué se juega el pellejo. Pero de la misma manera, ella puede preguntarnos por qué se quedan en silencio.

Pregunté a Blanca Hernández —inmigrante indocumentada de 31 años, “soñadora” y manifestante— si es así como se sintió recientemente mientras los guardias de seguridad la invitaban a dejar la sala en que se celebraba una elegante fiesta de gala del Congressional Hispanic Caucus Institute, donde el presidente Obama estaba dirigiendo la palabra al público.

“Exactamente”, me dijo. “Recuerdo que la gente agitaba sus manos y decía, ‘¡Sáquenla de aquí!’ Y yo pensaba, ‘¿Por qué no se levantan de sus sillas y se van conmigo?'”

Qué pregunta excelente.

Hernández tiene una teoría del motivo por el que los hispanos no hablan más sobre la gestión de Obama en cuanto a la imposición de la ley migratoria.

“Si no afecta personalmente a alguien o esa persona no enfrenta el asunto cotidianamente, es imposible comprender, porque no están totalmente informados,” dijo. “También, hay gente que se olvida de dónde vino.”

He aquí el mensaje que Hernández quería enviar a Obama, que estaba presente en el evento para pedir a los hispanos que voten en la elección de mitad de período: Su manera de evadir el asunto de la inmigración está impacientando a los que desean legalizar a los indocumentados y acabar con el gigante de la deportación.

Obama demoró los pedidos de los defensores de la inmigración este año, al prometer que adoptaría una medida ejecutiva antes de Labor Day, que reduciría las deportaciones —tras haber negado durante años que tenía el poder de hacerlo. Después quebró su promesa.

El presidente tiene algunas ventajas con los hispanos: Muchos de ellos son primero, demócratas; después, hispanos; a muchos de los nacidos en Estados Unidos no les importa lo que les suceda a los inmigrantes.

Hernández, sin duda, no es uno de ellos. Nacida en México pero criada en Estados Unidos desde los 6 años, está bien educada, informada y sabe expresar sus ideas.

“La gente no comprende lo que ocurre con todas las deportaciones”, dice. “Es ignorancia. Por ser asistente legal, hay madres que vienen a mi oficina llorando, diciendo que sus esposos fueron deportados. Quiero decir, el aspecto humano de todo esto. ¿Cómo puede alguien verlo y no sentir ira por la injusticia?”

Bienvenida al debate de la inmigración. Cuando la injusticia es perpetrada por un gobierno demócrata, se sorprenderían de lo ciegos que pueden ser algunos liberales intencionalmente

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