Neoyorquinos pagan caro el fracaso del sistema carcelario
A pesar de que hay menos reos en las cárceles, ha aumentado el gasto en los centros de detención de la ciudad
Nueva York – El contralor de la ciudad, Scott Stringer, calificó como un “fracaso” la labor del Departamento de Correccionales de la Ciudad luego que un estudio revelado este viernes halló, entre otras cosas, que la violencia en las cárceles ha aumentado y los contribuyentes aportan más dinero, a pesar que el número de reclusos descendió.
El análisis muestra que la cantidad de presos en las cárceles ha disminuido en un 18% desde 2007, pero el presupuesto que maneja el Departamento de Correccionales, por cada recluso, ha aumentado en más del 42% en los últimos 7 años. En 2007 el costo anual de un interno era de $67,565 y en 2014 es de $96,232.
Pese al aumento en los gastos, las cárceles se han tornado más peligrosas, con un incrementándose de 65% en las agresiones y peleas registradas. Mientras en el 2007 se registraban en promedio 470 infracciones en cada 1,000 reos diario, en el 2014 el número subió a 774 ataques.
“El alto costo del fracaso de las cárceles de la ciudad se ha vuelto demasiado caro para que los neoyorquinos lo ignoren”, dijo el contralor. “Es mi esperanza que este nuevo análisis pueda proporcionar liderazgo al Grupo de Trabajo del Sistema de Correccionales, con las herramientas que necesitan para evaluar posibles vías de reforma”, concluyo.
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Durante los últimos años, el personal de prisiones ha disminuido en un 3%. Un ritmo más lento que la disminución en la población reclusa, por lo que los encargados de la vigilancia de los reos ha aumentado en un 19%.
Por otro lado el costo de las horas extras ha aumentado, mientras que en 2007 se pagaron $101 millones, en 2013 $155 millones y en 2014 $139 millones.
En junio el alcalde de Bill de Blasio reconoció que existe la necesidad de una reforma, adoptando el paso crítico de crear un Equipo de Trabajo en Salud del Comportamiento y Sistema de Justicia Criminal. El Grupo de Trabajo tiene a su cargo el desarrollo de un plan para transformar el sistema de justicia criminal de la ciudad, incluyendo las condiciones en Rikers Island así como otras cárceles de la ciudad.
