México lucha contra el uso del anafre, la “muerte invisible”

El monóxido de carbono es un gas sin olor, sin color y altamente tóxico que deriva de la combustión de petróleo, keroseno, carbón y madera

Cocinar o calentar la casa con carbón es una práctica común en México.

Cocinar o calentar la casa con carbón es una práctica común en México. Crédito: Shutterstock

México.- Francisca Raymundo sintió entre sueños dolor de cabeza y náuseas pero no pudo levantarse ni ver al resto de su familia que estaban a su lado inconscientes porque se desmayó.

Los seis, de entre 30 años y dos meses, perdieron el conocimiento a causa del monóxido de carbono que emitía el anafre que usaban para calentarse en su humilde vivienda de San Martín Mexipan, Oaxaca, y casi se convierten en las primeras víctimas del prematuro invierno.

Cada año mueren en México alrededor de 2,000 personas por exposición al humo, fuego y llamas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la mayoría en zonas urbanas y rurales que usan hornillos -anafres- dentro de sus casas para mitigar el frío.

Una encuesta realizada en 2010 por la compañía Underwriters Laboratories reveló que los intoxicados alcanzan a darse cuenta de que no se sienten bien, pero la desorientación que produce el envenenamiento les impide pedir auxilio.

Los Raymundo salvaron su vida por casualidad el pasado jueves: una patrulla municipal que hacía una ronda de vigilancia observó que salía fuego de la casa y llamó a Protección Civil. “Llegamos a tiempo, estaban a punto de morir”.

El monóxido de carbono es un gas sin olor, sin color y altamente tóxico que deriva de la combustión de petróleo, keroseno, carbón y madera. Estos dos últimos son los más utilizados por la familias pobres cuando bajan las temperaturas sin otra alternativa de calefacción en sus viviendas.

En este país el 22% de las viviendas están hechas con material de desecho, láminas de cartón o metal.

Los sistemas de Protección Civil lanzan cada año campañas en contra del uso de estos hornillos. En 2011, el gobierno del Distrito Federal llamó a este tipo de fogones “la muerte invisible”; ese año, la capital del país registró 80 fallecimientos por monóxido de carbono.

Para este invierno, ayuntamientos de Puebla, Tamaulipas, Zacatecas y Sonora ya comenzaron las alertas y algunos abrieron albergues. En Durango se registró la primera víctima hace unas horas: la familia Chaidez, una madre y sus tres hijos en el poblado de Gabino Santillán.

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