Vargas y los 43 en su alma
El púgil angelino, que tiene sangre guerrerense, viaja a China con una tristeza que no es nueva para él
Jessie Vargas, el peleador mexicoamericano que el sábado defenderá su campeonato mundial de peso superligero en Macao, China, está ansioso y emocionado por la oportunidad de formar parte de una función encabezada por Manny Pacquiao.
Pero el nacido en Los Ángeles y avecindado en Las Vegas, también se siente triste y decepcionado. A Jessie le duele lo que está sucediendo en el estado mexicano de Guerrero. Sus padres son originarios de Acapulco y el púgil de 25 años de edad asegura sentir mucho orgullo por sus raíces guerrerenses.
La masacre de 43 estudiantes normalistas en Iguala tiene a México en medio de masivas movilizaciones bajo la bandera de la justicia, y al mundo entero indignado.
“Nosotros sabemos que está muy peligroso allá, no nada más ahorita; esos casos han estado pasando por años, desde 2005 ó 2007”, dijo Vargas en una entrevista con La Opinión unas horas antes de viajar a Macao.
Vargas reveló que su propia familia ha sido víctima de la brutal delincuencia en Guerrero.
“Mi más sentido pésame para las familias de los 43 muchachos. Es lo más feo no saber qué le pasó a su familiar, no saber a qué tumba ir a visitarlo”, expresó.
La pérdida en la familia Vargas fue la de un tío de Jessie, de nombre Cándido, en un pueblo cercano a Acapulco, compartió él.
“Lo secuestraron. ¿Qué se puede decir? Los maleantes lo desaparecieron”.
“En los pueblos chicos no hay gobierno”
Jessie Vargas asevera lo que ya se sabía pero que ahora emerge con más atención que nunca de parte de la opinión pública: “En los pueblos más chicos de Guerrero no hay gobierno. El gobierno más bien son los maleantes. Mi familia es de allá y por esa misma razón uno no puede ir a visitar con calma la tierra de nosotros”.
Vargas, quien tiene grandes recuerdos de viajes a la tierra de sus padres, con momentos familiares inolvidables en la ranchería y en las playas, detalla cómo fue para él y su familia enterarse de la masacre de los estudiantes.
“Fue triste. Lo supimos por las noticias. Estábamos muy alertas, al tanto de todo. Y aunque había esperanza por los estudiantes inocentes, todos sabemos que (el asesinato) era una posibilidad. Uno se siente sin poder hacer nada”.
Quiere enviar su mensaje
Jessie Vargas, con récord de 25-0 y 9 KO’s, se medirá al también mexicano Antonio DeMarco en la segunda defensa de su corona de peso superligero de la AMB. La pelea es especialmente importante porque si Vargas gana y luce bien, podría ser el siguiente rival de Pacquiao.
Vargas tratará de hacer su sueño realidad de llegar a las grandes peleas, pero cuando se encuentre en el ring también estarán en su mente los 43 estudiantes masacrados. Por ello, aún estaba buscando de última hora la manera de portar en sus pantaloncillos un mensaje de respeto a la memoria de las víctimas del caso Ayotzinapa.
“Es una buena causa y quiero ser parte de cualquier ayuda que se pueda hacer”, dijo Vargas, quien si al final no puede mostrar un mensaje el sábado, de todas formas tiene interés por unirse a alguna causa en favor de la justicia y la paz en Guerrero.
“Después de la pelea me gustaría ser más parte de ese movimiento, porque esos 43 muchachos nunca serán olvidados. Yo pienso que hay que pelear por lo mismo que ellos estaban peleando”, indicó.
Jessie Vargas es un buen boxeador y está demostrando ser un buen hombre.
“Yo sé de dónde vengo. Mi familia me enseñó muy bien eso, y soy orgulloso de donde vengo.
En la pelea estelar de la función de la promotora Top Rank, Pacquiao se enfrentará a Chris Algieri. La función puede ser vista en ppv.