México: Los Dioses de la Muerte

Hoy los dioses de la muerte no son Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, y su reino no es Mictlán

Estatuilla de Mictlantecuhtli en el Museo de Antropología en Xalapa, México.

Estatuilla de Mictlantecuhtli en el Museo de Antropología en Xalapa, México. Crédito: Wikipedia

Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran, en la religión azteca, los dioses de la muerte y tienen su reino en el Mictlán o región de los muertos, (comparables a Hades en la mitología griega), lo interesante del caso es que la cultura azteca no creían que morir fuera el final de la vida, sino un camino que debemos recorrer para llegar al reino de Mictlán. Tal vez, este misticismo permitió al pueblo mexicano soportar, en los últimos años, más de doscientos mil asesinados y desaparecidos, fruto de la corrupción político-policial y de los cárteles del el narcotráfico.

Pero la desaparición y asesinato de 43 estudiantes rompió la barrera del miedo, quebró el silencio y zamarreo a los ciudadanos mexicanos llevándolos del sueño a la pesadilla, fue como si un gigantesco tsunami hubiera barrido el Estado de Guerrero, y sus habitantes despertaron con 43 estudiantes menos y muchos cadáveres más, sepultados en fosas comunes. La visión es tan macabra y dantesca, que supera cualquier producción de Hollywood, porque la simple descripción de la realidad y su horror van más allá de la ficción por más imaginativa que parezca.

Fosas Comunes

Cuerpos quemados y huesos triturados son las primeras descripciones de los hechos que van develando la macabra relación corrupta entre todos los estratos o niveles de la sociedad, donde nadie queda afuera, desde los sicarios, los narcotraficantes, la policía y los gobernantes, hasta los comerciantes, los políticos y el ejército; todos tiene su cuota de culpa, incluso los ciudadanos que hoy protestan fueron cómplices por omisión, ya que todos los habitantes de México saben lo que ocurre en su pueblo y en la localidad vecina, todos callaron hasta que 43 bofetadas los despertaron para mostrarles la realidad.

Ahora vemos como descubren todos los días fosas comunes, (y muchas más aparecerán), con cuerpos de personas desaparecidas hace años, familias enteras que esperaban abrazar a su familiar secuestrado, y que ahora solo recibirán polvo de huesos quemados, incluso varios que fueron extorsionados pagando dinero cuando sus familiares ya estaban muertos.

Para quienes seguimos esta macabra historia, las fosas de Guerrero no son una novedad, ya que en los últimos años se encontraron más de 1500 cuerpos en fosas clandestinas, en todos los estados mexicanos, principalmente en Veracruz, Jalisco, Nuevo León y Tamaulipas. Incluso el Servicio Médico Forense que cuenta con 267 peritos especializados en dactiloscopia, criminalística, genética, y antropología se encuentra rebasado y debió pedir ayuda a otros países.

El Negocio de la Muerte

El negocio de la muerte, fruto del narcotráfico y la corrupción, se compone de varios sub-negocios:

Secuestro: actividad criminal que se ha expandido, y cualquier persona puede ser víctima, tanto en las ciudades como en las comunidades rurales, puede ser amenaza de secuestro, secuestro exprés, secuestro y desaparición o secuestro y asesinato. En todos los casos se trata con crueldad a la víctima para exigir el rescate correspondiente, pero las víctimas que logran sobre vivir, quedan marcadas psicológicamente en una experiencia interminable, con huellas profundas y secuelas emocionales.

Extorsión: forma de violencia que gana terreno, y consiste en la intimidación de una persona mediante amenazas contra la libertad o integridad física propia o de sus familiares o contra su patrimonio, con la finalidad de obtener favores a cambio, económicos o sociales.

Lavado de dinero: proceso a través del cual es encubierto el origen del dinero generado por actividades ilegales o criminales (tráfico de drogas, contrabando de armas, corrupción, fraude fiscal, malversación pública, extorsión y trabajo ilegal), el objetivo de la operación consiste en hacer que el dinero obtenido a través de actividades ilícitas aparezca como el fruto de actividades legítimas y circule sin problema en el sistema financiero.

Ejecuciones: asesinato impune de personas y es la causa del miedo social, generando poder y control para los grupos sicarios, los objetivos son variados, principalmente para proteger el desarrollo de sus negocios ilícitos. Cada vez más crueles, entre las victimas podemos contar efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado, los mismos narcotraficantes de carteles rivales y por supuesto un sinnúmero de personas inocentes.

Venta de Órganos: asesinato de inocentes con el afán de vender sus órganos en el mercado mundial, para que esto no se descubra los cuerpos son incinerados, de esta forma los investigadores no conocen el verdadero objetivo de la muerte de esas personas. Los primeros síntomas están a la vista, muchas de las fosas comunes encontradas con cuerpos son incinerar, son de niños y jóvenes infantes mutilados sin sus órganos vitales (corazón, riñones, corneas, etc.).

Hoy los dioses de la muerte no son Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, y su reino no es Mictlán, hoy los falsos dioses de la muerte son la Inseguridad, el Narcotráfico, la Corrupción y la Desigualdad, y su reino cubre todo el territorio mexicano, incluso mas allá de sus fronteras. Pero como todos los falsos dioses tienen pies de barro, y el pueblo mexicano debe enfrentarlos con toda su fuerza, rompiendo esta nefasta sociedad entre sicarios, narcotraficantes, policía, gobernantes, comerciantes, políticos y ejército.

Es difícil encontrar dirigentes en la derecha o en la izquierda, que no tengan alguna relación directa o no estén salpicados por este inmundo barro, todos en el PRI, PRD y PAM sabían desde hace mucho tiempo lo que ocurre y, por corrupción, ingenuidad, omisión o ineptitud dejaron que esto llegue tan lejos, nadie desde sus posiciones políticas o sociales intento frenareste caballo desbocado, tal vez por miedo o por complicidad nadie hizo algo concreto, ni siquiera alzo la voz… hoy las explicaciones y excusas son tardías, hoy es el momento de tomar las riendas y doblegar la bestia… pero solo lo lograra el pueblo mexicano unido, sin banderas y sin ideología, solo con el objetivo que los 43 estudiantes desaparecidos y asesinados se transformen en la frontera contra la impunidad y la desigualdad… no será tarea fácil, ni se lograra en pocos días o meses, pero es el único camino a transitar si desean vivir en un México sin corrupción y sin narcotráfico.

Hasta la semana próxima.

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