Empresarios y políticos respaldan normalización de relaciones con Cuba

Piden en una carta al presidente Obama que trabaje con el congreso en un marco legal para la normalización de relaciones

Washington, D.C. – Un total de 78 figuras políticas veteranas, expertos, empresarios y miembros de la comunidad cubano-americana pidieron al presidente estadounidense, Barack Obama, que trabaje con el Congreso en un marco legal para avanzar en la normalización de las relaciones con Cuba.

En una carta, firmada por tres exsecretarios de Estado para Latinoamérica, ex-altos funcionarios de todo el espectro político e importantes empresarios cubano-americanos, se pide a Obama “trabajar con el Congreso para actualizar el marco legislativo en relación con Cuba”.

El texto celebra el paso dado por Obama el 17 de diciembre al anunciar que trabajará para normalizar las relaciones con Cuba tras más de medio siglo de enemistad, un acuerdo negociado en secreto con el Gobierno de la isla durante más de un año.

El acuerdo fue posible gracias a la liberación del contratista estadounidense Alan Gross y un agente de Washington, así como tres espías cubanos detenidos en Estados Unidos.

En opinión de los firmantes, entre los que se encuentra George Shultz, secretario de Estado con Ronald Reagan, o el exgobernador demócrata Bill Richardson, era necesaria una apertura hacia Cuba por que: “nuestro enfoque de cincuenta y cuatro años diseñado para promover los derechos humanos y la democracia en Cuba ha fracasado”.

La carta, que se publicó en la víspera del discurso del Estado de la Unión, cuenta también con el apoyo de importantes empresarios, como los cubano-americanos exiliados hermanos Fanjul o el magnate venezolano Gustavo Cisneros, de raíces cubanas.

La carta subraya que la “nueva postura de diálogo diplomático avanzará nuestros intereses nacionales y nuestros valores mediante la potenciación de la capacidad de los cubanos para que puedan trabajar hacia un país más democrático y próspero”.

Los 78 destacan la importancia de fomentar el libre flujo de información entre Cuba y Estados Unidos, la expansión de las remesas y el comercio y el apoyo a la sociedad civil cubana para que “el pueblo cubano pueda tomar un mayor control de sus propias vidas”.

La carta aplaude las garantías para que el Relator Especial de la ONU sobre Tortura, Juan Méndez, y Cruz Roja Internacional puedan viajar a la isla caribeña, para la que no hay fecha fijada.

Los firmantes recuerdan a Obama la oportunidad que ofrece la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en Panamá en abril, y en la que por primera vez desde 1962 ha sido invitada Cuba.

El pasado 17 de diciembre, Obama anunció un acuerdo histórico para normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba, que han llevado al Gobierno estadounidense a aliviar las sanciones contra la isla desde el viernes.

Por su parte, Cuba ha liberado a 53 presos políticos.

Estimado Señor Presidente:

Le escribimos para felicitarlo por las acciones históricas que está tomando para actualizar la política de Estados Unidos hacia Cuba y los ciudadanos cubanos. Nuestra nueva postura de diálogo diplomático avanzará nuestros intereses nacionales y nuestros valores mediante la potenciación de la capacidad de los cubanos para que puedan trabajar hacia un país más democráticas y prósperas las condiciones que son del mayor interés de los Estados Unidos.

Muchos de los firmantes de esta carta le escribimos el año pasado, pidiendo exactamente estos tipos de cambios. Apreciamos que usted no sólo reconoció que había llegado el momento de actuar, sino que lo hizo con tanta audacia. Ambas cartas, la original y ésta, son ejemplo del amplio apoyo que estos cambios tienen en todo el espectro político. Podemos estar en desacuerdo sobre una serie de cuestiones, pero hemos encontrado un terreno común por una simple razón; que nuestro enfoque de cincuenta y cuatro años diseñado para promover los derechos humanos y la democracia en Cuba ha fracasado.

También ha quedado claro que las reformas que usted anunció en el año 2009 han ayudado asentar las bases para un cambio positivo al ayudar a los cubano-americanos a mejor apoyar a sus familias en la isla y reunirse con ellos. El libre flujo de información, mejores comunicaciones, la expansión de remesas y comercio, y apoyo a la sociedad civil cubana también han ayudado al pueblo cubano a tomar mayor control de sus propias vidas. El acceso a Internet y las herramientas modernas de comunicación en el mundo de hoy se han convertido en derechos fundamentales, ya que son de suma importancia para la libertad y la movilidad socioeconómica.

En consecuencia, nos sentimos alentados por su declaración de que el gobierno de Estados Unidos seguirá pidiendo a La Habana respetar los derechos humanos del pueblo cubano.

Aplaudimos sus garantías para que el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura y la Cruz Roja Internacional, puedan viajar a la isla. Su claro apoyo a facilitar la interacción de pueblo a pueblo afirma la creencia perdurable que el pueblo estadounidense es el mejor embajador de nuestros valores. Esperamos que los futuros esfuerzos de la Administración sean acompañados por la rápida adopción de los reglamentos simplificados que colman su intención y vamos a seguir monitoreando esos desarrollos.

Traer a casa a Alan Gross para estar con sus seres queridos fue un testimonio irrefutable del poder de la negociación diplomática basada en nuestros principios. Esa misma creatividad de cara a los desafíos aparentemente insuperables, debe ser llevada a la arena de los derechos humanos donde la experiencia reciente muestra la importancia de seguir un enfoque basado en la transparencia y principios fundamentales.

La Cumbre de las Américas presenta una de esas oportunidades. Estados Unidos nunca debe rehuir la defensa y promoción de nuestros valores, y por lo tanto su decisión de asistir a la reunión en Panamá es la correcta. Después de varias décadas en las que la democracia y el Estado de Derecho se han reforzado en todo el hemisferio, Estados Unidos debe seguir liderando el desafío a nuestros socios para asegurar que esta región siga siendo un faro para los derechos humanos en el mundo.

Señor Presidente, también le pedimos trabajar con el Congreso para actualizar el marco legislativo en relación con Cuba para que también refleje las realidades del siglo 21. Mientras tanto, esperamos con interés que se siga avanzando en la mejora de la cooperación entre Estados Unidos y Cuba sobre asuntos de interés nacional y estamos dispuestos a apoyar esta nueva política de diálogo constructivo y de acercamiento entre Estados Unidos y el pueblo cubano.

LEE EL TEXTO COMPLETO DE LA CARTA (INGLÉS)

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