¿A mi edad? No, gracias
Los intereses y dinámica de las relaciones cambia después de cierta edad

A medida que pasan los años, te vas encariñando con tu espacio personal, y es menos excitante andar mudándote de aquí para allá. Crédito: Shutterstock
Todas tenemos 15 años en un rinconcito del corazón, un rinconcito que nos recuerda de la inocencia y espontaneidad que alguna vez rigieron nuestros actos.
Pero con los años vamos cambiando, crecemos y aprendemos de nuestros errores. Si somos observadoras, para cuando pasamos los 30, tenemos un bagaje de experiencias que nos hacen sabias y selectivas.
Aprendemos en todas las áreas de la vida, tanto en el trabajo, como en la familia y las relaciones sentimentales. La experiencia no enseña a leer entre líneas, cicatrizar heridas y evitar las trampas del camino.
Cierto tipo de relaciones que nos parecían excitantes a los 20, después de los 30 nos resultan riesgosas, o simplemente aburridas y una pérdida de tiempo. Aquellas mujeres que no aprenden con la experiencia, corren el riesgo de volver a cometer los mismos errores. La diferencia está en que las consecuencias de lo que hacíamos a los 20, se complican pasada cierta edad.
Estas son algunas actitudes y tipos de relaciones que debes cambiar pasados los 30.
* Mudarte con alguien demasiado pronto. Cuando tienes 20 años, si la relación no es lo que esperabas, puedes empacar tu ropa e irte en menos de una hora. Pero a medida que pasan los años, nuestro espacio personal cobra más importancia. Nos acostumbramos a nuestro hogar, compramos cositas para decorarlo y le tomamos cariño al lugar.
Es entonces que mudarnos repentinamente deja de ser una aventura divertida, para convertirse en un proyecto mayor. Cuando hay una mascota de por medio, las cosas se complican aún más, porque a la mudanza se le sumará la decisión de quien se queda con ella. Si pasaste los 30 y te gusta tu espacio, no renuncies a él antes de sentirte realmente segura de la relación.
* Salir con un compañero de trabajo. Pocas cosas son tan motivadoras laboralmente como un compañero de trabajo atractivo. La oportunidad de compartir el cubículo con alguien hot no se nos presenta todos los días, lo que lo hace aún más difícil de dejar pasar. Pero debemos recordar que las relaciones pueden acabarse, y la idílica situación del cubículo convertirse en una pesadilla diaria que nos lleve a renunciar.
Perder tu empleo a los 20 no es igual que perder tu empleo a los 40 o a los 50 años. Y si además has invertido tus últimos 10 años en la empresa, lo último que querrás es perderlos por un hombre. Después de todo, a tu edad finalmente te diste cuenta de que lo que sobran en el mundo son hombres. Sólo es cuestión de buscarlos fuera de la oficina.
* Creer que lo vas a cambiar. Si bien nadie cambia a menos que realmente quiera hacerlo, hay más oportunidades de lograrlo cuando estamos en nuestros 20. Si crees que es difícil convencer a tu novio ahora, espera que pase los 40s. Busca una pareja que te guste tal y como es.
* Salir con uno, cuando querrías estar con otro. Esta es la vieja técnica del clavo que saca al otro, que pocas veces resulta. Dentro de la misma categoría están quienes salen con cualquiera, para darle celos a quien realmente les gusta. Este método pudo haber sido muy excitante cuando eras una adolescente, pero después de los 30 es una pérdida de tiempo. Además, ¿por qué querrías una relación con alguien a quien enamoraste de ese modo?