Pasajeros invisibles e indeseados viajan a tu lado en el subway
Descubren en el metro cientos de especies de bacterias vinculadas a la peste bubónica, meningitis, tétano y otras desconocidas
Muchas de las bacterias halladas son las que se desprenden de nosotros mismos.
“La mayoría vienen de nuestra piel, que alberga miles de millones de bacterias que sirven como un ecosistema protector y actúan de barrera para nuestro cuerpo”, le dice Mason a BBC Mundo.
De hecho, la cantidad de microbios dentro y sobre nuestro cuerpo superan el número de células humanas a razón de 10 por 1.
Un dato curioso que arrojó la investigación es cómo la diversidad y riqueza etnográfica de Nueva York, una de las ciudades –sino la más- cosmopolita del mundo, se refleja también en el mundo microbiano.
Los investigadores no encontraron dos estaciones iguales.
En términos de microbios, la estación del Bronx resultó la de mayor diversidad, seguida por Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island.
Y en cuanto a los rastros de humanos, las estaciones resultaron algo así como un espejo de quienes la atraviesan a diario.
“Descubrimos que el ADN humano encontrado en las superficies coincide con la demografía de la población de la zona, basándonos en información del censo de Estados Unidos“, explica Mason.
“Por ejemplo, en los barrios hispanos, hallamos un porcentaje más alto de ADN hispano, mexicano y amerindio”.
Cabe preguntarse entonces cómo con tanta bacteria dando vueltas, y en un entorno donde la gente está tan cerca entre sí, como en el metro, uno no vive continuamente enfermo.
En realidad, “la mayoría de las bacterias a nuestro alrededor son beneficiosas o no tienen ningún efecto sobre nosotros”, le dice a BBC Mundo Mason.
“Representan el microbioma normal y saludable de un espacio urbano”.
Del total de 562 especies de bacterias identificadas, solo 67 pueden enfermarnos. Pero los niveles hallados fueron tan bajos que las probabilidades de que nos afecten son mínimas.
A modo de listado encontraron, entre otras: E. coli en 56 estaciones, bacterias que provocan intoxicaciones alimentarias en 215, rastros de la causante de la peste bubónica en tres, trazos de ántrax en una, y la bacteria ultrarresistente llamada Stenotrophomonas maltophilia -asociada a las infecciones respiratorias e intrahospitalarias en 409 estaciones.
Según los científicos de PhatoMap, catalogar las muestras de lo que podemos encontrar ahora en el metro permitirá crear una base de datos que puede utilizarse para hacer comparaciones en el futuro, y determinar si se está desarrollando un brote o una epidemia de una enfermedad contagiosa, como por ejemplo Ébola.
También creen que permitirá detectar ataques bioterroristas.
– El estudio fue publicado en la revista Cell Systems.