Día 2: Adaptándome a la vida en el océano

Carmina Ramirez escribe en su blog sobre sus experiencias como "The Teacher at Sea"

Después de estar en este barco por varios días mi temor al mar ha desaparecido

Después de estar en este barco por varios días mi temor al mar ha desaparecido Crédito: Carmina Ramirez

Estoy haciendo mi mayor esfuerzo para adaptarme a este nuevo ambiente que puede llegar a ser duro contra el cuerpo humano. Lo primero es aprender a mantener el balance y tener esperanzas de que pronto mis piernas se convertirán a lo que se refieren como “piernas de marinero” fuertes y flexibles para no caer al caminar. Admiro todos aquellos exploradores del pasado y presente por su tenacidad y determinación por conocer al mar.

Después de estar en este barco por varios días mi temor al mar ha desaparecido. Te sientes pequeño en su presencia, su movimiento es misterioso y no te queda mas que sentirte parte de el.

La vida en R/V(Barco de Investigación) Melville es muy interesante. Tienes que caminar por sus pasillos que parecen un laberinto con muchas puertas. El nivel principal o primer plataforma es donde se encuentra la cocina o cafetería. Esto es muy importante saber pues si te saltas un de las comidas siempre puedes encontrar algo que comer como nieve y fruta.

El laboratorio científico también se encuentra en el nivel principal. Allí investigadores y asistentes estudian mapas digitales, información que se colecta a diario y es el lugar de reuniones. Un nivel arriba tiene el nombre de nivel 01 hogar de la biblioteca. Hay niveles O2, O3 y el puente de mando donde el capitán del barco y el primer y segundo oficial se aseguran que nuestro viaje se seguro eliminando nuestro contacto con áreas bajas y otros barcos.

Mi cuarto esta a un nivel abajo del nivel principal se llama la segunda plataforma. Tiene mucho más espacio del que me imaginaba con un par de literas , un lavabo y suficientes cajones para guardar nuestra ropa. El baño tiene varias barras para sostenerte mientras te bañas las cuales estoy muy agradecida de tenerlas! Cuando duermo siento que es una cama de agua fuera de control. Puse una almohada entre la pared y la cama para no sentir el golpe cada vez que ruedo de lado. Un silla amarilla siempre se mueve lado a lado durante la noche. Mis reflejos me despiertan de vez en cuando para prevenirme de caerme de la cama.

Pero a pesar de tantas adaptaciones que mi cuerpo y mente tienen que acostumbrarse me siento tranquila y feliz de compartir mi tiempo con humanos tan conocedores. Todos son tan amigables y me hacen sentir como en casa.

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