Un paso hacia el Sueño Americano

@cbrangel

Desde que llegué al Congreso en 1971, luché por una legislación que crearía un paso hacia la ciudadanía para muchos de mis constituyentes, y aseguraría una oportunidad para que todos puedan tener éxito en los Estados Unidos. Mientras nos unimos este año para celebrar la independencia y herencia dominicana, necesitamos tomar los pasos necesarios para que los dominicanos puedan continuar añadiendo a la diversidad de nuestra nación, de tal forma que alcancen el Sueño Americano.

Estoy orgulloso de anunciar que recientemente presenté una legislación (H.Res 66) que reconocerá un mes —desde el 21 de enero al 27 de febrero—en apoyo al Mes de la Herencia Dominicana.

Casi 1.5 millones de personas de descendencia dominicana viven en Estados Unidos, con más de 700,000 viviendo en Nueva York solamente. Estoy orgulloso de representar un distrito congresional en la ciudad de NY donde la comunidad dominicana es la quinta población de más crecimiento, al igual que la segunda población más grande de hispanos.

Los inmigrantes siguen siendo esenciales para el éxito y fuerza de nuestra nación. Debemos pasar una reforma inmigración integral que no solo arreglará nuestro sistema roto de inmigración, sino que también ayudará a nuestra economía. Se estima que una reforma de inmigración integral aumentará el Producto Interno Bruto (PIB) real por un 5.4 % para el 2033 y añadiría 9 millones de personas a la fuerza laboral.

Estoy orgulloso por los avances que fueron hechos para arreglar partes de nuestro sistema de inmigración en el 2014. El presidente Barack Obama presentó acciones ejecutivas sobre inmigración, que incluyen una extensión para el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y la Acción Diferida para padres de ciudadanos estadounidenses y de residentes permanentes (DAPA).

Las acciones ejecutivas presidenciales sobre la inmigración son solo el primer paso para resolver nuestro problema creciente en el país.

Debemos encontrar una solución sensible y justa que proteja a aquellos que contribuyen a nuestra nación.

Además, no debemos deportar, encarcelar o remover a millones de personas que invierten en el bienestar de nuestra nación.

Debemos aprender del pasado, y rechazar las iniciativas legislativas que excluirán a grupos específicos de sacar los mismos beneficios que otros estadounidenses ahora dan por hecho. Por ejemplo, en el siglo 19, el Congreso pasó leyes de “moralidad turbia” marcando inmigrantes chinos en la costa oeste.

Los inmigrantes son fundamentales para la creación de la cultura e historia de nuestra nación

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