La mejor perronalidad para ti

Llevar a casa un perro es una gran responsabilidad que idealmente debe durar, tal cual, ‘hasta que la muerte los separe’, así que antes de adoptarlo debemos tomar en cuenta muchos aspectos: el tiempo del que disponemos para sacarlo a pasear y convivir con él, el espacio que tenemos en casa, nuestra capacidad económica para darle atención médica, alimentación y, algo muy importante, hay que cerciorarnos que hay compatibilidad de caracteres entre perro y humano para evitar que su comportamiento se convierta en causa de abandono.

Claudia Edwards Patiño, médico veterinario zootecnista de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la ‘perronalidad’ del perro está influida en 20% por la raza y 80% es aprendida, por lo que aun cuando por su naturaleza tengan distintas características, es la forma en que convivimos con ellos lo que determina su comportamiento.

Y agrega que sin importar si son perros de raza, criollos o mestizos, igualmente están influidos por la mezcla que tengan, pero siempre es posible mejorar su comportamiento con apoyo de especialistas en psicología canina. “Ellos son expertos en conducta canina y ayudan a conocer cómo piensa el perro, qué siente, se encargan de su salud mental y también se cercioran de que a nivel físico no haya algún problema que influya en la forma en que se porta. Por ejemplo hay quienes son agresivos porque a nivel cerebral no generan serotonina, pero si reciben atención médica mejora su disciplina”, dice la experta.

Hay combinaciones entre perros y humanos que podrían ser desastrosas, por ejemplo, una persona ansiosa con un Schnauzer, que tienden a ladrar porque son animales de alerta, generaría tensión y un mal comportamiento del can, o bien uno que necesite de mucha actividad como un Pastor alemán, convivir con un humano muy pasivo lo convertiría en un perro inquieto y destructor.

Si ya nos hemos planteado la idea de hacernos de un compañero canino, hay que tomar en cuenta tanto las características de su raza como nuestra propia personalidad. Pero si ya lo tenemos y nos ha pasado por la cabeza deshacernos de él por su mal comportamiento, no hay que dudar en buscar ayuda profesional y evaluar si realmente ejercemos una tenencia responsable.

“No basta con llevarlos a pasear, necesitan ejercicio físico, deben correr hasta que los escuchemos jadear, esa es una señal de que están gastando su energía. También requieren actividad mental, si no los canalizamos empiezan a hacer destrozos, así que podemos enseñarles juegos de destreza, como esconder un premio bajo unos vasos y dejarlos que lo encuentren, así como impulsarlos a perseguir objetos, ya que esto contribuye a que también se mantengan serenos”, asegura Claudia Edwards.

Conocer el comportamiento de nuestro compañero, sus reacciones, así como todo lo relacionado con su raza, nos ayuda a lograr una adaptación adecuada para que ese afortunado compromiso que adquirimos con él perdure a través del tiempo. Y recuerda que adoptar en lugar de comprar, es la mejor opción para ayudar y comprometerte con la causa canina.

Colaboración de Fundación Teletón México

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