Antes de Selma, Fannie Lou Hamer

Al trasfondo había una mujer que simbolizaba todo que necesitaba la comunidad afro-americana

El puente Edmund Pettus,  escenario de la marcha por los derechos civiles en Selma, Alabama.

El puente Edmund Pettus, escenario de la marcha por los derechos civiles en Selma, Alabama. Crédito: EFE

Este año las celebraciones del mes de la mujer coinciden con el 50 aniversario de la protesta pacífica de afro-americanos para exigir el voto en Selma, Alabama. Son pocas las expresiones de motines pacíficos que han tenido tanta influencia como la de Selma en 1965. Reclamando solamente el derecho al voto, los manifestantes encontraron tanta violencia viciosa que el Presidente Johnson tuvo que establecer la Ley del Derecho al Voto. Para los latinos y afro-americanos no existe ningún acto del Congreso tan eficaz como la Ley del Derecho al Voto.

Al trasfondo de estos acontecimientos había una mujer valiosa que simbolizaba todo que necesitaba la comunidad afro-americana en el campo de poder político: Fannie Lou Hamer. Su trayectoria personal refleja algunas de las vidas de tantas mujeres latinas que hoy en día son las líderes del trato digno y humano que merece la comunidad latina.

La Sra. Hamer nunca sobrepasó el sexto grado de escuela elemental porque tenía que trabajar en el campo. Su madre se hacía respetar en Mississippi porque aseguró que ningún blanco iba a pegar a sus niños.

El racismo la saludaba cada día. Cirujanos le hicieron una histerectomía sin permiso semejante de la esterilización sin consentimiento de mujeres en Puerto Rico. En su hogar matrimonial, Mississippi le facturó 9 mil dólares de impuestos por el uso de agua aun cuando su hogar no tenía agua corriente y plomería. Pero la Sra. Hamer enfrentó su peor enemigo cuando exigió sus derechos como ciudadana a inscribirse a votar. Su primer intento fue rechazado al no poder explicar una cláusula rara de la constitución. “Supe yo tanto de esa cláusula como un caballo sabe de las Navidades”, dijo ella. La segunda vez logró pasar el examen de alfabetización pero todavía no la permitieron votar al no tener evidencia de pagar los impuestos de votación por dos años consecutivos – aun cuando fue prohibida inscribirse. Y para colmo de males, fue despedida como aparcero de plantación cuando trató de votar.

En 1964 la Sra. Hamer organizó una delegación integrada de negros y blancos para representar a Mississippi en la convención demócrata en vez de la delegación segregada y oficial compuesta exclusivamente de blancos. Ahí fue que la Sra. Hamer anunció a los medios noticiosos que si la convención partidista rehusaba aceptar una delegación integrada de blancos y negros, “yo cuestiono América”. Rehusó una oferta conciliatoria de dos escaños y tuvo que espera 4 años para ser aceptada como delegada de un comité integrado en la convención demócrata de 1968.

Después de tanta lucha su lema notable fue “me canso de estar cansada”. Pero Fannie Lou Hamer con sus esfuerzos incansables cambió la nación y dejo un modelo para nuestras líderes latinas.

@LJCartagena LatinoJustice PRLDEF

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