Editorial: El cambio de clima es real
La negación del cambio de clima parece un simple acto de ignorancia de los políticos republicanos
El cambio de clima o calentamiento global es una realidad. Basta preguntar a los residentes del noreste del país cómo fueron los dos últimos inviernos o ver la sequía que afecta a California para reconocer fenómenos climáticos que son producto de actividad humana contaminante.
El clima en las dos costas son solo indicios de un fenómeno global que es medido paso a paso por el mundo científico. Así se sabe de las elevadas emisiones de dióxido de carbono, responsables del efecto invernadero, el record de alta temperatura que se rompe cada año y los deshielos en las capas polares que elevan el nivel del mar, entre otros.
La gran mayoría de los científicos coinciden que primero es la reducción y luego la estabilización de gases contaminantes. Esto significa bajar el uso de combustible producto del carbón y petróleo para desarrollar alternativas limpias como la energía solar.
Es lamentable que estos esfuerzos son combatidos en el Congreso. El Comité de Energía y Comercio de la Cámara Baja intenta bloquear el Plan de Energía Limpia de la Casa Blanca y más de 12 estados, junto a las principales empresas energéticas, demandaron a la Agencia de Protección al Medio Ambiente (EPA) para evitar que reduzca la emisión de gases contaminantes. En Florida, el gobierno estatal recomienda sus científicos no relacionar la posible elevación del nivel del mar al calentamiento global, y en Wisconsin, hogar del gobernador y precandidato presidencial, Rick Scott, prohiben a sus funcionarios hablar del cambio de clima en horas de trabajo.
La negación del cambio de clima parece un simple acto de ignorancia de los políticos republicanos: “No soy un científico”. Sin embargo, es la fuerza de la industria energética la que está detrás del argumento de que es demasiado costoso no contaminar. Cabe destacar a los hermanos Koch, del gigantesco Koch Industries, que dan millones de dólares a científicos y políticos que niegan el cambio de clima.
Este es un panorama preocupante en este Día de la Tierra. La falsa dicotomía entre sector privado o aire limpio es perniciosa para un debate público que necesita mayor honestidad y una visión más extensa que la ganancia inmediata a costa de la destrucción del planeta.