La Habana y Washington desincronizadas

El presidente de EEUU Barack Obama y su homólogo Raúl Castro en la VII Cumbre de las Américas.

El presidente de EEUU Barack Obama y su homólogo Raúl Castro en la VII Cumbre de las Américas. Crédito: Twitter: @NancyWonderful | Twitter: @NancyWonderful

La Habana, 12 may (EFE).- El presidente de Cuba, Raúl Castro, hizo hoy balance positivo del rumbo de la distensión tanto con la Unión Europea (UE) como con EE.UU., proceso este último en el que, según dijo, se “podrán nombrar embajadores” tras la salida oficial de la isla de la lista de países promotores del terrorismo.

“Tras 45 días, que se cumplen el día 29 de mayo, ya se levantará ese tipo de injusta acusación y podremos nombrar los embajadores. Ahora la Cancillería está discutiendo las trámites”, indicó hoy Castro a la prensa en el aeropuerto de La Habana, donde despidió al presidente francés, François Hollande, tras su primera visita a la isla.

De esa manera se cumple con una demanda histórica de Cuba y su retirada de esa lista, en la que figuraba desde 1982, que ayudará a desbloquear las discusiones para la apertura de las embajadas, algo que EE.UU. deseaba que hubiera sucedido antes de la Cumbre de las Américas en abril.

Va bien la cosa (con EE.UU.), desde luego a nuestro ritmo, que muchos se preguntan y critican que vamos muy lentos. ¿Y para qué tenemos que ir corriendo, para cometer errores?”, señaló.

No obstante, para la apertura de embajadas quedan todavía asuntos pendientes como el radio de movimiento del personal diplomático, ya que los estadounidenses alegan que no debe ser menor al que ya tienen en Rusia, China o Vietnam.

Castro explicó que fue el presidente estadounidense Ronald Reagan (1981-1989), quien impuso límites al desplazamiento de funcionarios cubanos más allá de Washington y Nueva York; a lo que Cuba respondió en su día con una medida semejante en La Habana.

La principal preocupación de la parte cubana, que el propio Castro manifestó al presidente Barack Obama en su encuentro en la cumbre de Panamá, es el comportamiento que tendrán los diplomáticos de la futura embajada estadounidense en La Habana y que “continúen haciendo las cosas ilegales que hacen ahora”, dijo sobre sus contactos con disidentes y opositores.

“Todos tenemos que ajustarnos a los acuerdos sobre el comportamiento de los diplomáticos en todo el mundo aprobados en la Convención de Viena de 1948″, recalcó.

El gobernante cubano también se refirió al acercamiento que se está promoviendo entre Cuba y la Unión Europea (UE), que en abril de 2014 abrieron negociaciones para alcanzar un acuerdo bilateral que ponga fin a la “posición común”, que rige desde 1996 las relaciones del bloque con la isla.

“La posición común de la UE no debió de existir nunca. Eso fue una importación a través de quien ustedes saben, que llevó la instrucción hasta en inglés (…). Pero eso se va a resolver”, dijo Castro.

Esa “posición común” hacia Cuba fue adoptada por la UE a iniciativa del entonces presidente del Gobierno español José María Aznar (1990-2004, conservador), que condiciona el diálogo con la isla comunista a avances democráticos y en materia de derechos humanos.

La negociación entre Cuba y la UE se impulsó decisivamente a finales del pasado marzo con la visita a Cuba de la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, cuando acordaron acelerar sus conversaciones para lograr antes de fin de año un acuerdo de diálogo político y cooperación, que enterraría definitivamente la “posición común”.

En el marco de estos dos procesos, Cuba recibió ayer la visita oficial de François Hollande, la primera en la historia de un jefe de Estado galo y la primera en casi tres décadas de un mandatario de la Unión Europea.

Castro despide a Hollande en el aeropuerto José Martí.
Castro despide a Hollande en el aeropuerto José Martí.

“Anoche durante la cena le dije que yo quería venir a despedirlo, es una muestra de la satisfacción que tenemos con los resultados de la visita”, dijo Castro sobre su encuentro con Hollande, quien también fue recibido por su hermano Fidel Castro.

Con ese viaje histórico, Hollande ha tratado de adelantar a Francia en el acercamiento europeo a la Cuba del deshielo con EE.UU.; con la intención no sólo de ampliar vínculos políticos, sino incrementar su intercambio comercial con la isla, que en 2014 alcanzó los 180 millones de euros, cifra todavía alejada de la de otros socios europeos como España, Holanda e Italia.

Cuba ha empezado a preparar otra visita histórica, la del Papa Francisco a la isla entre el 19 y el 22 de septiembre, una tercera visita papal cargada de simbolismo ya que el Pontífice fue mediador en la distensión con EE.UU. después de 55 años de enemistad.

Raúl Castro, habla a la prensa tras despedir a su homólogo de Francia, François Hollande

EEUU dice que aún queda “trabajo por hacer” con Cuba antes de abrir embajadas

Por su parte, Estados Unidos insistió hoy en que aún queda “trabajo por hacer” con Cuba antes de poder abrir embajadas en las respectivas capitales, después de que el presidente cubano, Raúl Castro, afirmara que, a partir de finales de mayo, se podrá proceder a “nombrar embajadores”.

“Un intercambio de embajadores sería un paso lógico, pero únicamente una vez que restablezcamos las relaciones diplomáticas, y no tenemos un plazo de tiempo fijo para eso, seguimos negociando”, dijo un portavoz del Departamento de Estado, Jeff Rathke, en su conferencia de prensa diaria.

“Todavía tenemos algo de trabajo por hacer antes de estar preparados para dar ese paso”, añadió Rathke.

El portavoz estadounidense subrayó hoy que Estados Unidos “siempre ha mantenido” que el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, rotas desde 1961, “se basaría en la sustancia” de las negociaciones y no en el deseo de concluir pronto el proceso.

“No estamos operando en un plazo de tiempo fijo, todavía tenemos asuntos que hay que resolver y no tenemos una fecha límite para hacerlo”, indicó Rathke.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo hoy a los periodistas que Obama “podría” tener ya preparada una lista de candidatos para ser embajador estadounidense en Cuba, pero todavía no hay ningún anuncio que hacer al respecto.

Mientras, Rathke aseguró que aún no hay una fecha “confirmada” para la cuarta ronda de negociaciones con Cuba para restablecer las relaciones, pero apuntó que lo “lógico” sería celebrarla en Washington, dado que hasta ahora ese diálogo se ha alternado entre La Habana y la capital estadounidense.

La última ronda de negociaciones tuvo lugar en marzo en La Habana, casi un mes antes de que se celebrara la Cumbre de las Américas en Panamá, donde Obama y Castro mantuvieron un encuentro en persona.

Antes de abrir una embajada en La Habana, Estados Unidos quiere garantizar, entre otras cosas, la libertad de movimiento de los diplomáticos estadounidenses en Cuba. Un punto en el que al parecer no han logrado ponerse de acuerdo. Castro admitió que su mayor preocupación es el comportamiento que tendrán los diplomáticos de la embajada estadounidense en La Habana, que, según dijo, “dan clases, pantallas, teleconferencias” a “periodistas independientes”.

Mientras EE.UU. insistió hoy en que la normalización de relaciones tiene que llegar antes de la apertura de embajadas, Castro opinó que para llegar a la fase de normalización “tiene que eliminarse el bloqueo completo” a Cuba y “la base de Guantánamo debe ser devuelta”.

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