Cómo planear las vacaciones
Todavía no es verano, y por eso es el momento perfecto para comenzar un plan financiero
Éste es el momento perfecto para ahorrar para las vacaciones. Crédito: Shutterstock
Los niños empiezan a asomarse a las ventanas del aula, el césped comienza a reverdecer nuevamente y la temperatura aumenta paulatinamente. Si usted y su familia son como la mayoría, en este momento está comenzando a planificar sus vacaciones de verano. Cuídese de fantasear con largas horas de diversión bajo el sol: si se descuida, las vacaciones pueden insumirle mucho dinero y posiblemente echar a perder el presupuesto de todo el año.
Antes de subir a los niños al auto para un largo viaje, pasar por los controles de seguridad del aeropuerto cargado de maletas, cargar la cámara digital o incluso pedir una licencia en su trabajo, asegúrse de poder hacer frente a los gastos de las vacaciones. Según una encuesta reciente realizada por el sitio de cupones de descuento FatWallet, ocho de cada 10 estadounidenses se toman vacaciones y más del 60% de estos turistas tienen prevista al menos una escapada para este año.
La encuesta también informa perspectivas financieras que dan para pensar: el 42% gastará al menos $1,500 en las vacaciones de este año y el 10% gastará al menos $3,000 (ambas cifras apenas inferiores a las del año pasado).
No tiene sentido incurrir en deudas –o acrecentar las que ya tiene– solo para ver un paisaje nacional o echarse al sol. No se decepcione si no tiene tanto margen en su presupuesto como creía para hacer ese viaje alrededor del mundo. Hay muchos otros destinos donde podrá divertirse, una vez que reconozca sus limitaciones financieras y elabore un plan acorde.
Primero determine cuánto puede gastar y luego busque un destino. Este orden de planificación es el primer paso para realizar un viaje sin estrés (al menos, en términos de dinero).
Usted puede dejarse engañar fácilmente buscando tarifas aéreas y de noches de hotel y tomar su decisión exclusivamente en función de esas dos cifras. También debe contemplar otros gastos, por ejemplo, compras especiales previas al viaje, así como comidas, souvenirs, transporte y visitas turísticas una vez llegado a su destino vacacional.
Por ejemplo, según la encuesta de FatWallet, al prepararse para una escapada, los estadounidenses compran ropa (el 55% de los encuestados), medicamentos y productos de belleza (el 28%) y trajes de baño (26%). Durante las vacaciones, los encuestados gastan más en souvenirs (55%), ropa (34%) y joyas (13%). En ocasiones, estos gastos imprevistos pueden sumar más que el hotel y el pasaje aéreo en total.
La mayoría de los encuestados hacen reservas con uno a seis meses de antelación para ahorrar dinero; aproximadamente un tercio de los encuestados hacen sus reservas por Internet en sitios de ofertas como Priceline, Orbitz o Expedia, o directamente a través del sitio de una aerolínea o cadena de hoteles. Aproximadamente uno de cada 10 encuestados también usa cupones o sitios que ofrecen recompensas por usar ciertas aerolíneas u hoteles, compañías de seguros de viajes o agencias de alquiler de vehículos, entre otras.
La creatividad a la hora de planificar actividades y comer afuera es fundamental para mantenerse dentro de su presupuesto mientras está de viaje:
• Pase un día en una playa pública, planifique una caminata por un sendero o un paseo por la zona; busque tiempos compartidos que ofrecen vistas guiadas sin cargo; contacte a las oficinas de información turística de su destino para obtener libretas de cupones de descuento; lea el periódico local de su destino o busque eventos gratuitos.
• Por ejemplo, haga del almuerzo el plato fuerte del día (por lo general, son más económicos que las cenas en los restaurantes); arme un bolso de mano con café instantáneo, jugo, queso y galletas y compre en las tiendas de comestibles de su destino.
Las vacaciones son una excelente oportunidad para generar recuerdos y tomar un descanso de la vida cotidiana llena de responsabilidades. Si no se excede de su presupuesto y hace los deberes, podrá disfrutar de un buen momento, sin preocuparse por los gastos.
