Jazz del puro en Manhattan
Jorge Viera, presentador de noticias de Univision en Nueva York, nos descubre un lugar donde disfrutar del jazz en la ciudad
Entrar por las puertas de Garage Restaurant & Cafe en Greenwich Village es como adentrarse al pleno corazón del jazz. Un lugar donde te puedes encontrar tocando a uno de los mejores trompetistas como Joey Morant, quien ha trabajado con Ray Charles y otras leyendas. También con Howard Williams y su jazz orchestra. O uno de los mejores congueros que ha dado la música tropical, Eddie Montalvo, quien por muchos años fue el percusionista de la Fania y del Seis del Solar, con Rubén Blades.
Lo increíble de todo es que sus puertas son gratis, con una cerveza que te compres de $4 dólares tienes la oportunidad de disfrutar de lo mejor del jazz. Este lugar se ha convertido en un icono de la ciudad de Nueva York.
Desde hace más de 10 años su gerente es Juan Carlos Escobar, un colombiano que es toda una enciclopedia del mundo del jazz. Hablar con él es empaparte de los acontecimientos más importantes de este género.
Y la música se puede disfrutar con platos fríos, como ostras y langostas, o regarla con un apple martini, especialidad de Arturo Rodiles. Arturo es mexicano y lleva más de una década trabajando detrás de la barra de esta joya de la música junto a Tim O’Brien.
Hace solo unos días la New York Youth Symphony tocó gratis en Garage, algo que en otro lugar le hubiese costado a cualquiera más de $100 dólares.
Según el alemán Joachim-Ernst Berendt, en su obra clásica El jazz: de Nueva Orleans al jazz rock:
El jazz es una forma de arte musical que se originó en Estados Unidos mediante la confrontación de los afroamericanos con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz se derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo, el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos.
Aquí en Garage no solo encontrarás eso, sino también la compañía de dos grandes seres humanos como Juan Carlos y Arturo, que le harán pasar una velada única en uno de los pocos lugares en que todavía queda la pureza de la música de jazz.